Si eres una persona que creció entre mediados y finales de los noventa seguro sabes lo que es Tamagotchi y lo más probable es que hayas tenido uno en tus manos. Estos pequeños aparatitos fueron en sí, uno de los primeros saltos de la humanidad hacia el mundo digital.
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Les podrá parecer exagerado el concepto de salto hacia el mundo digital, pero es la realidad si lo ven desde el punto de vista de su función. Era cuidar un pequeño aparato del tamaño de un huevo que tenía un sistema operativo que ejecutaba una mascota.
Era emular la actividad de alimentar, hidratar y hasta dar cariño a una imagen para ese entonces pixelada. Recuerdo que para los más grandes (edad) de aquella época; personas de entre 30 y 40 años, no tenía absolutamente anda de sentido el juguete.
Pero quienes crecimos en esa década comprendíamos perfectamente en lo que nos estábamos adentrando.
Durante el momento del mayor hype, el Tamagotchi suplantó a los “clásicos de fútbol” que se disputaban durante el recreo: fue toda una revolución que aunque ya no tenga la misma repercusión, aunque le hayas perdido la pista, se mantiene casi 26 años más tarde.
Evolución del Tamagotchi
La idea principal de este juguete es de la pedagoga Aki Maita. Akihiro Yokoi le dio forma y Bandai capitalizó el proyecto para globalizarlo. La primera versión, la que conocimos a finales de los noventa fue mutando a la simple edición física.
Con el paso de los años Bandai, todavía con los derechos de este juguete, convirtió las pequeñas mascotitas a aplicaciones de celular y versiones para consolas de videojuegos. Incluso, tal y como lo recuerda Xataka Tamagotchi inspiró a una película en el año 2007.
En el camino la mascota virtual recibió muchas críticas por parte de la comunidad de adultos y fue sometido a estudios psicológicos para analizar si el efecto que causaba en los niños era positivo.
Recuerden que, en el mejor de los casos, la mascota duraba cuatro semanas si no es que moría antes a causa de descuido de sus usuarios.
Si duraba su vida completa, entonces cuatro semanas más tarde, como se trataba de una criatura de otro mundo, regresaba a su planeta.
Podías reiniciar el aparato e iniciar de nuevo el proceso. Lo que se decía para aquel entonces, de acuerdo a lo que reseña el portal citado, es que podía generar una sensación de duelo en los pequeños y además distraerlos de sus actividades escolares.
A pesar de todo este ruido, Tamagotchi se mantuvo y su popularidad bajó por otros factores relacionados a nuevas consolas de videojuegos y la llegada de los celulares.
En la actualidad puedes formar parte de la comunidad de mascotas virtuales a través de su propia aplicación en la Play Store llamada My Tamagotchi Forever. De acuerdo a lo que publica Xataka hay cinco millones de descargas en la tienda virtual de Google.