Sin sintió como una eternidad desde la última vez que experimentamos una serie en live action situada en el universo de Star Wars.
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El cierre de la segunda temporada de The Mandalorian es para muchos uno de los momentos más brutales y definitorios en la historia moderna de esta franquicia.
[ The Mandalorian: qué es The Book of Boba FettOpens in new window ]
Para muchos representó el instante mismo en el que se restituyó la fe por esta saga que venía de momentos muy complicados con la última trilogía de películas.
Y la franca cereza en el pastel para muchos fue la sorpresa de descubrir que además del final brutal en realidad habían preparado todo para una serie sorpresa: The Book of Boba Fett.
La pandemia y los tiempos de producción no ayudaron a que todo se estrenara de forma inmediata, pero al final se estrenó esta producción.
El episodio final fue liberado el pasado miércoles y hemos dado el tiempo suficiente para verlo y poder comentarlo.
Porque sí, tenemos qué hablar de lo que sucedió con El Libro de Boba Fett, que parece no tener contentos a todos.
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Star Wars refina su fórmula saliendo de ella con The Book of Boba Fett
Jon Favreau y Dave Filoni mantuvieron su toque y presencia en El Libro de Boba Fett. Aunque su mayor peso se siente en los libretos más allá de las decisiones de dirección.
Ahí buena parte de la responsabilidad tras las cámaras se la dejaron a Robert Rodríguez, con algunos directores invitados de la serie del Mando que repitieron aquí, como Bryce Dallas Howard.
Al final la intención de los actuales responsables por el universo de Star Wars resultó clara: convertir a The Book of Boba Fett en un Western espacial, con todas las implicaciones que eso conllevaba.
Hay grandes aciertos en la mezcla que vemos para esta serie, que abraza de lleno los parámetros estéticos de un spaghetti western de serie B, para mezclarlo con la vibra de otras obras de culto como el anime original de Cowboy Bebop y el universo de Dune escrito por Frank Herbert.
El balance y la mezcolanza es perfecta y efectiva para el objetivo planteado retratando una historia de forajidos de hace medio siglo pero ahora en el espacio y sin Clint Eastwood. Pero en el trayecto hay puntos que se sienten más propios de sus referentes prestados que de Star Wars.
Los episodios dirigidos por Robert Rodríguez son el ejemplo más claro de ello, donde los efectos visuales, fieles al espíritu de la serie B, se sienten baratos y hasta forzados, algo a lo que ya no estamos acostumbrados en una producción de La Guerra de las Galaxias.
Al final tenemos una serie grata, emocionante y que nos demuestra que esta franquicia sigue más viva que con The Rise of Skywalker. Aunque se siente igual como un apéndice menor de The Mandalorian.