Microsoft la describe como la Xbox más pequeña de la historia con el rendimiento de la nueva generación. La Xbox Series S es grande en potencia a pesar de su precio, y para muchos es la mejor consola del mercado.
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Estamos hablando de una consola que rara vez supera los 400 dólares, que vale la mitad que la Xbox Series X y un tercio de lo que puede costar una Playstation 5.
A nivel comercial sigue estando debajo de la Series X, pero siendo honestos, la experiencia de jugabilidad es muy parecida y muchos expertos que han utilizado ambas consolas de la nueva generación de Microsoft terminan decantándose por la Series S.
Similitudes sí, diferencias también, pero sobre todas las cosas existen cinco razones por las que los jugadores creen que la Xbox Series S es la mejor consola del mercado.
Un precio tan bajo que parece no tener sentido
Es como si Xiaomi hubiera fabricado una consola, pero en este caso fue Microsoft. El precio de la Xbox Series S es tan bajo que parece no tener sentido por lo óptima y potente que es. En Chile se consigue desde los 319.990 pesos.
La insistencia sobre el precio tiene que ver con la relación valor-calidad. Es una consola pequeña, económica, que puede reproducir juegos a 120 FPS, hasta en 1440p y muchos de sus títulos resaltan con tecnología 4K.
La inclusión del HDR, el Ray Tracing —tecnología que se encarga de mejorar las iluminaciones, sombras y reflejos— y los tiempo de carga ultrarrápidos, los principales atributos que vendió Microsoft para la Series X, que también están en la Series S. Además, es extremadamente silenciosa.
Una consola con una CPU premium
Del tamaño de su hermano mayor y hasta de la PlayStation 5 de Sony. La Xbox Series S tiene una CPU idéntica a la Series X. Ambas tienen un AMD Zen 2 de 8 núcleos, con muy poca diferencia en la velocidad (3.8 GHZ vs. 3.6).
Una gran diferencia está en la capacidad de las GPU y ambas de AMD. La Series X cuenta con la modelo RDNA 2 52 CUs 1,825 GHz, mientras que la Series S tiene la AMD RDNA 2 20 CUs 1,565 GHz. Mientras la primera corre a 12,15 teraflops, la segunda solo a 4.
La prefieren por su tamaño
No a todos les encantó el diseño de nave espacial de la Playstation 5 y otros rechazaron adquirir la Xbox Series X porque, literalmente, es una caja negra más rectangular que cuadrada. Pocos muebles o racks tienen espacios o compartimientos para una consola de sus medidas, pero las Series S cabe en cualquier lugar.
La Xbox Series S tiene un diseño sencillo, puede ir en vertical o en horizontal en cualquier escritorio o mesa y se adapta a cualquier lugar. Es perfecta para esos días en los que vamos a casa de abuela y queremos seguir jugando. Cabe excepcionalmente en cualquier mochila gracias a sus medidas 65 x 151 x 275 mm. Gracias, Microsoft.
No te dejes engañar por su almacenamiento
Es, muy entre comillas, el “punto débil” de la Xbox Series S. Solo tiene un disco 512 GB y lo peor de todo es que luego de la configuración inicial le quedan 364 GB para videojuegos, así que el escenario inicial no es para players que sueñen con una biblioteca amplia.
Probablemente esa sea la principal razón del precio de la Series S. Pero tranquilidad. Microsoft se las ha arreglado y los de Redmond han instalado en sus dos consolas de nueva generación un espacio para colocar una tarjeta de expansión de Seagate de 1TB y la Series S tiene soporte para discos duros extraíbles vía USB.
Un disco duro de 1TB o 2TB y vas a tener una biblioteca de juegos envidiable.
Bendita retrocompatibilidad
Tener una Xbox de nueva generación, incluyendo la Series S, te garantiza la retrocompatibilidad ideada por Microsoft. Tus títulos favoritos de la One o hasta de las primeras consolas de la compañía puedes jugarlos en tu nuevo equipo.
El único inconveniente es que, al solo ser digital, los juegos antiguos que solo se mantengan en formato físico y que no estén disponibles en la tienda de Xbox no podrán ser parte de la experiencia de la Series S.
Sin embargo, en la tienda suelen sorprender con novedades, ampliando el catálogo de videojuegos disponibles con el de hasta cuatros generaciones atrás. Así que, si tu juego favorito de la infancia no está, aquel que disfrutaste mucho con la primera Xbox o la 360, tranquilo, que en algún momento podrían cargarlo.