Leonardo DiCaprio, Jennifer Lawrence, Meryl Streep y Jonah Hill son parte de una invitación lo suficientemente formal como para sentarse a darle play a un largometraje. Un asteroide recién descubierto que se dirige hacia la Tierra a toda la velocidad y que haría un daño mucho más devastador que el que generó el cráter de Chicxulub, es un condimento adicional. De esto se trata ‘Don’t Look Up’, una cinta de astronomía, que habla poco de ciencia espacial.
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La sinopsis, su tráiler y el inicio de la trama te indican que te van a contar cómo un evento astronómico que pretende acabar con la Tierra puede ser detenido. Sin embargo, la astronomía es un actor secundario en lo que se termina convirtiendo en una interesante sátira política que le pega de lleno a la forma en la que los gobiernos abordan el tema ambiental; algo en lo que DiCaprio está bastante involucrado.
De esta manera, analicemos, con algunos spoilers incluidos, las verdades y ficciones que se encuentran en las 2 horas y 18 minutos del filme que dirigió y escribió Adam McKay.
Verdades y mentiras en ‘Don’t Look Up’
Un asteroide que se dirige a la Tierra, más grande que el del cráter Chicxulub es por ahora una de las ficciones de la película. No obstante, esta es una situación que mantiene en alerta a las agencias espaciales y astronómicas, que monitorean constantemente el cosmos en busca de cualquier objeto nuevo en nuestra región del universo.
Entonces, esta ficción hace que se diga una de las verdades: la ciencia espacial está en labores de una misión de defensa planetaria para desviar una posible amenaza como la que sufrieron los dinosaurios, hace aproximadamente 66 millones de años.
De hecho, hay un personaje llamado Dr. Clayton “Teddy” Oglethorpe, interpretado por Rob Morgan que es el jefe de la Oficina de Coordinación de Defensa Planetaria de la NASA, una dirección que recientemente fue añadida a la agencia espacial estadounidense.
El descubrimiento de este magno evento que atenta contra la humanidad generó el desespero de los científicos a cargo del observatorio que lo detectó: la astrónoma y estudiante de doctorado Kate Dibiasky (Jennifer Lawrence) y el Dr. Randall Mindy (Leonardo DiCaprio).
Este tipo de información debió activar los escudos de forma inmediata, ya que el impacto tenía, como buen cálculo astronómico, meses, días, horas y segundos detallados. Sin embargo, el tema se manejó de forma directa con la presidenta de los Estados Unidos, Janie Orlean (Meryl Streep), quien, junto a su jefe de gabinete e hijo, Jason Orlean (Jonah Hill) vio en esto una oportunidad o desventaja para su popularidad en las encuestas.
Los presentadores del programa de televisión The Daily Rip, Brie Evantee (Cate Blanchett) y Jack Bremmer (Tyler Perry), le dan la puntada final exponiendo el tratamiento de los medios tradicionales hacia las noticias según lo que genera rating, destacando la ruptura amorosa de la cantante Riley Bina (Arianna Grande) por encima de una roca que va a acabar con la humanidad.
¿Un asteroide o una pandemia?
Lo que viene después de la secuencia de arranque y presentación es una clara crítica hacia el tratamiento diferenciado e individual de los gobiernos con temas como la pandemia del covid-19 o la reducción de las acciones que causan los gases del efecto invernadero en el planeta.
Después que en la película aprueban la ejecución de una misión para el desvío de asteroides, tomando como referencia la misión DART, echan para atrás los planes debido a que el magnate de una corporación tecnológica llamada Bash encontró minerales y piedras preciosas que se pueden minar y así lucrarse con el asteroide que amenaza la Tierra.
Dicha situación, la de los minerales, no está para nada alejada de la realidad. En el 2017, utilizando los lentes del telescopio espacial Hubble, se descubrió el asteroide 16 Psyche, en el cinturón principal entre Marte y Júpiter. La roca está hecha de hierro y níquel en estado de pureza; ubicándolo en un valor cercano a los 10.000 cuatrillones de dólares.
La NASA quiere enviar una misión hacia este asteroide, pero no para minarlo o lucrarse económicamente. Explican que quieren corroborar que la roca espacial esté hecha del mismo material que abunda en el núcleo de nuestro planeta. De esta manera, se daría un paso hacia la comprensión de la formación de los mundos en nuestro sistema solar.
El final hace virtud de lo que fue todo el desarrollo del filme: los políticos eligen la opción de lucrar y al mismo tiempo destruir el asteroide. La situación sale mal y la roca se estrella contra la Tierra dejando como resultado la destrucción.
Un grupo exclusivo en el que se encuentran los que tomaron la decisión incorrecta escapa hacia un mundo habitable (algo bien de Los Simpson). Y esto les sale peor, pues mueren sin remedio por las especies de ese planeta; enviando así un mensaje de la necesidad que se tiene de proteger la nave con la que recorremos el espacio a diario: la Tierra.