Corea del Sur sigue marcando la pauta en Netflix. Al éxito de El Juego del Calamar le sucede el de Hellbound (Rumbo al Infierno, para Latinoamérica), una serie de terror que está arrasando entre los críticos en su primera temporada.
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Dirigida por Yeon Sang-ho (la mente maestra detrás de Train to Busan), la serie está en la plataforma desde el 19 de noviembre, con seis episodios. Su historia gira alrededor de un evento sobrenatural: las personas pueden escuchar predicciones sobre cuándo morirán.
Un ángel de la muerte las mata y las lleva al infierno: todo coincide con la llegada de un grupo religioso inspirado en la idea de la justicia divina.
La serie cuenta con Yoo Ah-in, Park Jung-min, Kim Hyun-joo y Won Jin-ah como protagonistas. Sus productores son Byun Seung-min y Kim Yeon-ho.
Las críticas sobre Hellbound, de Netflix
Hellbound rompió un récord de El Juego del Calamar: en solo 24 horas saltó hasta la quinta posición en el ránking mundial de Netflix, algo que le tomó ocho días a la serie dirigida por Hwang Dong-hyuk.
Así que a un boom le sucede otro boom. Los críticos adoran a Hellbound: para Rotten Tomatoes “aprovecha su aterrador concepto para explorar cuidadosamente la falibilidad humana”. En el Tomatómetro cuenta con un 100% de aprobación en la crítica, aunque la audiencia la reduce a un 77%.
Para Kayleigh Donaldson, de IGN, “Hellboun conserva un enfoque fundamentado al representar la respuesta inquietantemente familiar de la humanidad a lo improbable. Incluso, las reacciones más fuertes y espumosas de la boca se sienten arraigadas en nuestras propias formas demasiado humanas”.
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“Puede ser infinitamente sombría, pero su enfoque despiadado y agudo en la hipocresía y el pánico evangélico de la humanidad revela un drama altamente apasionante, que no tiene ningún impacto en la exposición de nuestra verdadera oscuridad”.
Donaldson sentencia: “es una de las series de Netflix más oscuras, pero satisfactorias de 2021″.
“Un sentimiento de impotencia colectiva”
Mientras, Steve Greene, de IndieWire, considera que la serie “triplica esa sensación de desesperación al pintar un mundo donde las implicaciones morales de estos sucesos aleatorios ganan una amplia aceptación y respaldo”.
“Las visitas que anuncian la fecha y hora condenadas de una persona se consideran ‘decretos’. Cada nuevo torso quemado provoca una serie de acusaciones públicas y especulaciones sobre lo que esta persona podría haber hecho para merecerlo”.
Greene señala que “tal vez el logro más notable del programa es capturar un sentimiento muy específico de impotencia colectiva (…) la ansiedad por estas manifestaciones públicas es generalizada; sin embargo, hay personas en Hellbound que solo intentan superar las distracciones banales de su vida diaria”.
“No es tanto un viaje emocionante, como una forma extrema de ajuste de cuentas del crimen verdadero”.
