Corea del Sur, democrática y capitalista, dio nacimiento a El Juego del Calamar, la revelación de Netflix en la temporada. Y, al parecer, el éxito traspasó la peligrosa frontera con la autoritaria y hermética Corea del Norte.
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Un reporte de Radio Free Asia señala que la serie es vista en el país regido por el dictador Kim Jong-un, gracias al contrabando.
Las unidades USB son utilizadas para llevar, de un lado al otro de la frontera, la historia creada por Hwang Dong-kyuk, con Lee Jung-jae como protagonista.
El Juego del Calamar, visto en secreto
Radio Free Asia, un servicio de radio financiado por Estados Unidos (dato a tener en cuenta), conversó con un residente norcoreano: “El Juego del Calamar ha podido ingresar al país en dispositivos de almacenamiento de memoria como unidades flash USB y tarjetas SD, que se introducen de contrabando por barco y luego se dirigen tierra adentro”.
“Secretamente ven el programa bajo sus mantas por la noche, en sus reproductores multimedia portátiles”, dijo el residente, cuyo nombre no se conoció por motivos de seguridad.
Pero El Juego del Calamar, visto como una sátira de la sociedad capitalista, puede ser utilizado políticamente también por el régimen norcoreano.
La serie trata sobre un grupo de personas con graves problemas económicos que entran en un torneo de juegos infantiles, pero con resultados letales para los perdedores.
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Medios estatales, citados por CNET, señalaron que la serie constituye “la realidad de vivir en un mundo donde las personas son juzgadas solo por el dinero”.
“Se dice que (El Juego del Calamar) hace que la gente se dé cuenta de la triste realidad de la bestial sociedad surcoreana, en la que los seres humanos son empujados a una competencia extrema y su humanidad está siendo aniquilada”.
La historia de la Corea dividida
Corea del Sur y el Norte están separadas desde el final de la Segunda Guerra Mundial, en 1945. Mientras la primera estuvo regida por un gobierno capitalista (dictatorial en su momento), apoyado por Estados Unidos, la segunda se mantuvo bajo las órdenes comunistas de la Unión Soviética.
En 1950, ambas naciones, apoyado el Sur por la ONU, con los norteamericanos al frente, y el Norte por las fuerzas comunistas, incluyendo la URSS y China, se enfrentaron en una guerra que dejó casi un millón 400 mil muertes.
Para 1953 se firmó un armisticio que detuvo el conflicto real y delimitó las fronteras, pero los dos países siguen nominalmente en guerra, puesto que no firmaron un tratado de paz.
Mientras Corea del Sur pasó de un régimen dictatorial capitalista a una democracia en décadas recientes, el Norte es gobernado con puño de hierro por Kim Jong-un, en un estado que se define constitucionalmente como socialista y autosuficiente. Su padre y su abuelo estuvieron en el poder antes que él.