La Gran Muralla China es una de las siete maravillas del mundo y no es para menos. Una enorme pared, que se extiende por más de 21 mil kilómetros para proteger un territorio, claramente tiene que entrar en los libros de las majestuosidades construidas por las antiguas civilizaciones.
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Hasta hace poco se pensaba que su construcción había iniciado en el siglo III, durante el desarrollo de la dinastía Qin Shi Huang (221-210 a.C.). Sin embargo, nuevos hallazgos científicos encontraron que este enorme monumento se habría iniciado a fabricar 300 años antes, extendiendo su antigüedad de 2.300 a 2.600 años.
Las nuevas investigaciones y exploraciones, lideradas por científicos del Instituto Provincial de Reliquias Culturales y Arqueología de Shandong, encontraron restos de construcciones de la Gran Muralla China, tras realizar excavaciones en el distrito de Changqing, específicamente en una localidad llamada Jinan.
El análisis de las rocas y el suelo de dicha región arrojó que las construcciones del monumento habrían iniciado durante la dinastía Zhou Occidental (1046 a.C.-771 a.C.).
El sitio Muy Interesante, basado en un informe científico que se publicó en diciembre del 2024, explica que para dar con estos resultados los arqueólogos analizaron objetos tradicionales, escaneo de plantas fosilizadas; con una técnica llamada fitolitos, trabajos de luminiscencia ópticamente estimulada (OSL) y el carbono-14.

Habían casas debajo de la Gran Muralla China
Además del hecho de encontrar que la Gran Muralla China tiene más antigüedad de la conocida, que claramente es lo más importante, los científicos quedaron sorprendidos con el hallazgo de un par de viviendas subterráneas debajo de las estructuras de la muralla.
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Las viviendas tienen arquitecturas relacionadas a la misma época de la dinastía Zhou Occidental, elemento que hace pensar a los científicos que esta región fue una zona de defensa de un río cercano.
A pesar de su comprobada antigüedad, es imposible que le quite el récord al tramo de la dinastía Qin Shi Huang (221-210 a.C.), ya que estos 641 kilómetros siguen en pie y el nuevo hallazgo son restos destruidos, quizás en una de las tantas guerras territoriales que atravesó China, mientras estaba en la búsqueda de ser una nación unificada.
