La superficie del planeta Tierra está sostenida por las placas tectónicas, mismas que forman parte del manto superior que conforma el mundo. Esas inmensas rocas tienen clasificaciones para la ciencia, por la diferencia con la que actúan sobre los suelos o los mares.
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Un equipo de científicos de Suiza y los Estados Unidos, pertenecientes a la Escuela Politécnica Federal de Zúrich y el Instituto Tecnológico de California, han detectado placas tectónicas subducidas debajo el Océano Pacífico, una región en la que no debería existir. “Es como un mundo perdido en las profundidades del mar”, dijeron los expertos, según reseña de DW.
Vayamos por partes, para que todos podamos comprender. Todo el mundo se basa en las placas tectónicas. Sin embargo, las que sostienen al mar, claramente, son diferentes a las que están debajo de la tierra firme.
Estas últimas se llaman placas tectónicas subducidas. Los científicos las definan como aquellas que se hunden debajo de otra placa tectónica. Se registras en los límites convergentes, donde una se desliza hacia abajo para proyectarse hacia el manto terrestre de la Tierra.
Mientras que las tectónicas de los mares, llamadas placas oceánicas, se consideraban que eran directamente parte del manto de la Tierra.
Bueno, lo que encontraron los científicos, fue que en el Oceáno Pacífico, hay restos de placas subducidas. Es decir, que el agua se sostiene por una base, que está encima de otra y que esta se comporta igual que la del suelo terrestre.
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“Es como un médico que lleva décadas examinando la circulación sanguínea y de repente ve una arteria en la nalga que en realidad no pertenece ahí. Eso es exactamente lo que pensamos de los nuevos hallazgos”, explica el profesor Andreas Fichtner, uno de los autores del estudio, según el medio antes citado.
¿Cómo las detectaron?
Sabemos que ir hacia las profundidades de los océanos, por ahora, es imposible para los humanos. Una máquina sola tampoco habría ayudado mucho.
Por lo tanto, los científicos aplicaron un modelo de alta resolución, de análisis de las ondas sísmicas, para poder detectar estas anomalías en el fondo del mar.
“Al parecer, este tipo de zonas en el manto terrestre están mucho más extendidas de lo que se pensaba”, dijo Thomas Schouten, otro de los autores principales del estudio.
Necesitan realizar nuevos análisis para confirmar algunos datos. Los científicos creen que están en detectando material de la Tierra que tiene 4 mil millones de años de existencia, casi la edad completa de la Tierra.