Un estudio científico, que combina la arqueología con la biología marina, se jacta de haber encontrado el agua “más antigua” de la Tierra. Tiene una existencia que se calcula entre los 1600 y 2600 millones de años, y plantea unas dudas existenciales, para quienes no comprendemos mucho sobre los procesos de formaciones de nuestro planeta.
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El hallazgo de esta agua ocurrió en el 2013. Fue un trabajo de un equipo liderado por la profesora Barbara Sherwood Lollar, de la Universidad de Toronto. Los investigadores encontraron esta agua en una mina canadiense.
El líquido estaba atrapado en una roca a 2.4 kilómetros de profundidad en la mina Kidd Creek, en Ontario.
Este descubrimiento ha generado una pregunta que es obvia para todos los que tenemos cuatro dedos de frente: si el agua de los océanos contiene elementos formados hace miles de millones de años, ¿cómo puede considerarse esta agua “más antigua”?
La respuesta está en la diferencia entre el agua reciclada y el agua aislada del ciclo hidrológico.
El agua de los océanos ha estado en constante movimiento desde la formación de la Tierra, participando en procesos como evaporación, condensación y flujo hacia y desde ríos y glaciares. Aunque los átomos de hidrógeno y oxígeno que la componen son primordiales, las moléculas de H₂O han sido continuamente renovadas, perdiendo cualquier información sobre las condiciones químicas de épocas pasadas.
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El agua más antigua
En cambio, el agua hallada en Kidd Creek permaneció aislada durante más de mil millones de años, atrapada en grietas profundas de la corteza terrestre. Durante todo ese tiempo, no interactuó con la superficie ni con el ciclo hidrológico. Esto la convierte en un “cápsula del tiempo” geológica, que conserva datos sobre la atmósfera y el subsuelo del pasado remoto.
El análisis químico de esta agua reveló la presencia de gases como helio, neón, argón y xenón, que sirvieron para fechar su antigüedad. Además, estos ambientes subterráneos extremos podrían haber albergado formas de vida microbiana, lo que amplía las perspectivas para encontrar vida en otros planetas, como Marte.
La probaron
De acuerdo con un informe publicado por Diario de Avisos, los científicos que realizaron el estudio describieron el agua como “extremadamente salada y amarga”, con una composición notablemente más salada que la del agua marina.
La probaron con la intención de capturar algunos elementos del pasado de nuestro planeta, después de asegurarse que esta acción no provocara alguna consecuencia salubre.
Según la líder del proyecto, que el agua tenga mucha presencia de sal es indicador de mayor antigüedad en aguas subterráneas.