La belleza es relativa y subjetiva; yace en los ojos de quien observa. Hablar de los cuerpos se volvió un tema obsoleto, ya que no se opina de manera despectiva o atributiva de las formas de cada persona. Sin embargo, científicamente hay proporciones, curvas y siluetas que destacan por encima de otras. La cuestión es que un reciente estudio revela que lo que se creía como “cuerpo perfecto” de una mujer, ya dejó de ser lo que algunos expertos habían determinado décadas atrás.
Un nuevo estudio realizado por la Universidad de Constanza, en Alemania, ha replanteado las proporciones que definen el cuerpo “perfecto” en una mujer. Según la investigación, la forma del contorno en “S” es más atractiva que las proporciones tradicionales centradas en la relación cintura-cadera (WHR, por sus siglas en inglés) de 0.7, considerada ideal en numerosos estudios anteriores.
Este hallazgo desafía las creencias preestablecidas sobre los estándares de belleza femenina y ofrece una perspectiva más integral sobre lo que se percibe como atractivo. Una reseña de Daily Mail informa que con este nuevo estudio se comprende porque mujeres como Kim Kardashian, de proporciones robustas en los inicios de su fama, eran tan relevantes por encima de modelos o actrices extremadamente delgadas.
El estudio incluyó la participación de voluntarios que evaluaron ilustraciones de mujeres con diversas formas corporales, desde cuerpos más delgados hasta más curvilíneos.
Los resultados revelaron que, aunque la relación cintura-cadera sigue siendo un factor atractivo, la curvatura pronunciada del contorno corporal es un indicador más relevante, especialmente en mujeres con figuras más amplias. Los investigadores asocian esta preferencia con la curva en “S” descrita por William Hogarth en su obra “The Analysis of Beauty” (1753), donde argumentó que esta forma transmite armonía y gracia visual, según reseña Discover Magazine.
Señales evolutivas
Los científicos también encontraron que esta preferencia estética puede tener una raíz evolutiva. El contorno en “S”, especialmente en la zona lumbar, se alinea con el grado óptimo de curvatura para soportar un embarazo sin riesgos de lesiones en la espalda. Este aspecto funcional, vinculado a la salud y la fertilidad, pudo haber influido en la selección evolutiva de estos patrones de atractivo, sugiriendo que el cuerpo ideal es tanto una cuestión de estética como de utilidad.
Tradicionalmente, la proporción cintura-cadera ha sido el estándar más discutido en estudios sobre atractivo físico, respaldado por investigaciones que la vinculan con una buena salud reproductiva. Sin embargo, este nuevo enfoque propone una perspectiva más holística, considerando la curvatura global del cuerpo en lugar de centrarse únicamente en medidas específicas.