En una simulación de Marte, un vehículo espacial está probando un sistema de control basado en una inspiración sorprendente: los cerebros de insectos. Este enfoque único proviene de la startup británica Opteran, que ha desarrollado un software innovador inspirado en la neurociencia de pequeños insectos.
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La eficiencia neurológica de los insectos
La idea surgió a partir de investigaciones realizadas en la Universidad de Sheffield, donde los científicos estudiaron la eficiencia neurológica de los cerebros de insectos. Descubrieron que el cerebro de una abeja, a pesar de tener solo un millón de neuronas (en comparación con los 86 mil millones de un cerebro humano), puede realizar tareas complejas como navegar, evitar obstáculos y comunicarse con asombrosa eficiencia energética.
Convencidos de que los robots podían beneficiarse de esta “inteligencia natural”, los investigadores decidieron aplicar ingeniería inversa a los algoritmos cerebrales de los insectos para crear software para máquinas autónomas.
El nacimiento de Opteran y la “inteligencia natural”
En 2019, los investigadores fundaron Opteran para comercializar su innovador software. Su tecnología, denominada Opteran Mind, proporciona percepción visual de profundidad con latencia cero y permite que los vehículos naveguen de forma continua sin requerir grandes cantidades de datos o entrenamiento previo.
Esto resulta ideal para entornos como el espacio, donde los exploradores suelen ser máquinas pesadas que necesitan varios minutos para mapear su entorno antes de cada movimiento.
El sistema de Opteran reduce este tiempo a milisegundos, consume muy poca energía y elimina la necesidad de herramientas pesadas como cámaras con estabilizadores. En palabras de David Rajan, CEO y cofundador de Opteran: “Es excepcionalmente capaz de funcionar con el menor tamaño y peso, y con un consumo de energía ultrabajo”.
Pruebas en el Mars Yard de Airbus
Las capacidades de Opteran Mind llamaron la atención de Airbus Defence and Space, que ahora está probando el software en vehículos exploradores en el Airbus Mars Yard, un entorno simulado que recrea las condiciones de Marte. La Agencia Espacial Europea (ESA) y la Agencia Espacial del Reino Unido están respaldando el proyecto, y tras estas pruebas iniciales, el foco estará en el despliegue y la comercialización de la tecnología.
Más allá del espacio: una visión para todas las máquinas autónomas
Para Opteran, el espacio es solo el comienzo. Según Rajan, el objetivo final es integrar una “Mente Opteran” en cada máquina autónoma, ya sea en el espacio, bajo tierra en las minas, en el aire o en la Tierra. “Queremos permitir que las máquinas operen con tanta eficiencia y libertad como las criaturas naturales”, afirmó Rajan.