Vida sedentaria. Trabajar en el PC, poco movimiento, poca comida saludable. ¿Te suena familiar? Especialistas aclaran que un estilo de vida poco saludable, la mayor presencia de patologías como hipertensión y diabetes, y el incremento de consumo de drogas recreativas son algunas de las causas que explican el incremento de los Accidentes Cerebro Vasculares en adultos jóvenes. ¿Lo más grave? Puede acercarte a la muerte.
PUBLICIDAD
Aunque tradicionalmente esto ha afectado a personas mayores, un estudio reciente publicado en The Lancet Neurology ha revelado una preocupante tendencia: los ACV están afectando cada vez más a adultos jóvenes, en especial a aquellos menores de 55 años.
Alerta por “drogas recreativas”
La Dra. Karina Wigodski, neuróloga de Clínica Santa María, explica: “Se ha visto un aumento de ACV en pacientes jóvenes principalmente por la presencia de patologías que antes solo se diagnosticaban en personas mayores como la hipertensión, diabetes, obesidad, sedentarismo y dislipidemia. Otro factor de riesgo creciente es el consumo de drogas recreativas”.
Uno de los factores de riesgo más importantes para desarrollar un ACV es la hipertensión arterial, la que, según el estudio, sería responsable de poco más de la mitad de todos los accidentes cerebrovasculares.
El Dr. Jorge Villacura, neurólogo de Clínica Dávila, aclara: “La hipertensión crónica daña de manera progresiva las paredes de los vasos sanguíneos y afecta órganos vitales como el corazón, el cerebro y los riñones. Esto suele ser lento y muchas veces pasa desapercibido. Sin controles médicos periódicos, esta patología no se diagnostica a tiempo, lo que aumenta el riesgo de tener un ataque cerebral y otras enfermedades cardiovasculares”.
¿Cómo prevenir’?
Por eso, es clave tomar medidas de prevención, lo que requiere controlar factores de riesgo y mantener un estilo de vida saludable, realizar actividad física, evitar el consumo de tabaco, drogas y limitar el alcohol.
Tan importante como prevenir es saber reconocer sus síntomas para actuar a tiempo porque cada segunda cuenta. “La persona pierde en minutos alguna capacidad neurológica como, por ejemplo, la fuerza de alguna extremidad, la visión y/o el habla. Otras manifestaciones son los trastornos de la marcha, pérdidas de sensibilidad o la visión doble, entre otras”, afirma el Dr. Andrés Villagrán, neurólogo de Clínica Ciudad del Mar.
PUBLICIDAD
“Una de las principales características es que aparecen de manera brusca, de un momento a otro. También se puede dar el caso de que la persona despierte con ellos y no se dio cuenta que tuvo un ACV durante la noche”, comenta el Dr. Sergio Juica, neurólogo de Clínica Biobío.
Asimismo, el Dr. Alfredo Labarca, urgenciólogo de Help, dice que se debe llamar a un servicio de rescate o asistir al centro asistencial de alta complejidad más cercano si se presentan los siguientes signos:
- Dificultad para hablar y entender lo que otros están diciendo
- Parálisis o asimetría de la cara
- Parálisis o dificultad para mover el brazo o la pierna de un lado del cuerpo
- Problemas para ver en uno o ambos ojos
- Dolor de cabeza intenso
- Problemas para caminar
Actuar a tiempo
Es importante actuar a tiempo, dice el doctor Juica, porque para tratarlo existen dos procedimientos que tienen un periodo límite y si no existe una rápida respuesta puede afectar en la mortalidad o secuelas del paciente.
“La trombólisis se puede realizar durante las primeras 4 horas de iniciados los síntomas, con un fármaco que se administra para tratar de destruir el coágulo que obstruye a la arteria y provoca el infarto cerebral. La segunda terapia es la trombectomía, que se puede extender hasta las 6 horas posteriores a un ACV. Se trata de una intervención endovascular en la que se utilizan unos catéteres en las arterias y se intenta extraer el coágulo para reestablecer el flujo sanguíneo a esa zona cerebral, limitando el tamaño de un infarto”, explica el experto.
La sobrevida después de un ACV ha mejorado con los avances médicos y controles preventivos. “Alrededor del 80% de las personas que tienen un ACV por primera vez viven al primer año y aproximadamente el 50% supera los cinco años aunque estas cifras pueden variar según la región. El riesgo es mayor en aquellos pacientes que no siguen controles, ya que esto incrementa la probabilidad de sufrir un nuevo ataque cerebral”, sostiene el Dr. Villacura.