Uno de los grandes misterios de la arqueología a nivel mundial, se posa sobre el sorprendente Disco de Festo. Fue hallado en 1908, gracias a una profunda excavación realizada en un yacimiento del palacio minoico de Festo. Una de las primeras características que se revelaron sobre este objeto circular, es que tiene una antigüedad de más de 3.700 años, ya que pertenece a una era que se ubica entre los años 1.600 y 1.700 a.C, pero las inscripciones que tiene en su superficie llenan de más dudas que respuestas a los científicos que han estudiado la pieza.
En concreto, cuenta con inscripciones en espiral de 241 signos en ambas caras, muchos de los cuales fueron impresos con sellos, lo que sugiere un método de producción avanzado para su tiempo.
A pesar de los numerosos intentos de descifrar su contenido, el Disco de Festo aún no ha revelado sus secretos por completo. Sin embargo, el lingüista y arqueólogo británico Gareth Owens ha aportado un montón de perspectivas en su interpretación.
Un texto religioso
Owens ha trabajado durante años en el estudio de las lenguas antiguas de Creta, como el Lineal A y el Lineal B, y ha propuesto que el disco podría contener una oración o himno religioso dedicado a una diosa madre minoica. A partir de su análisis, Owens ha relacionado el lenguaje del disco con formas tempranas del griego arcaico, lo que lo acerca un paso más hacia la posible comprensión de este antiguo artefacto.
“No hay duda de que estamos hablando de un texto religioso. Esto esta claro al compararlo con otras palabras religiosas de inscripciones en las montañas sagradas de Creta. Tenemos palabras que son exactamente las mismas. Sospecho que el Disco de Festo es un himno en honor a Astarté, la diosa del amor. Palabras similares se han encontrado en ofrendas cretenses y, como en las oraciones actuales, la gente rezaba cuando estaba agobiada por problemas de salud o personales. El ser humano no cambia, después de todo”, dijo Owens, según El Ciudadano.
En un intento porque el mundo comprenda lo que es este disco antiguo, Owens lo dice que este es “el primer CD-ROM de la historia”. Aunque es una comparación metafórica, el arqueólogo británico subraya que la organización de la información en espiral y la compresión de los símbolos en un espacio reducido recuerdan a los discos compactos de la era digital.
El investigador destaca el alto grado de sofisticación detrás de su creación, sugiriendo que los minoicos eran capaces de desarrollar un sistema para transmitir y almacenar información de manera compacta y eficiente.
