Los restos de 40 niños sacrificados fueron encontrados en un yacimiento arqueológico, en el norte de Perú. Los científicos que trabajaban en una región llamada Trujillo, informaron que el hecho ocurrió hace más de 600 años, y que fue realizado por la antigua cultura Chimú.
Perú se alza como uno de los países más importantes de América del Sur, en cuestiones relacionadas a civilizaciones precolombinas. Diferentes regiones del país cuentan con yacimientos importantes para la arqueología a nivel mundial. Eso permite que se realicen hallazgos impresionantes y al mismo tiempo escalofriantes, como el que se dio recientemente en Trujillo.
Los detalles de este hallazgo son realmente aterradores, pero ayudan a comprender cómo funcionaban las viejas civilizaciones, en cuestiones de Dioses y creencias espirituales. No es la primera vez que se encuentran restos humanos que murieron en rituales de sacrificios.
Un informe de Catolin, indica que los restos tenían signos se sacrificio como cortes en el esternón, costillas, que son comunes en prácticas en las que se extrae el corazón de una persona.
El líder de la investigación, el arqueólogo Julio Asencio, resalta que cada uno de los cuerpos fue enterrado de manera individual, lo que indica que cada uno de los sacrificios tuvo una importancia preponderante para la antigua cultura Chimú.
Sumado a los 40 niños, también habían restos de dos personas adultas y de nueve llamas, animal típico en estas regiones del Perú y que en su momento representaron suma importancia para los Chimú. Se cree que el hallazgo de todos estos elementos eran ofrendas para que los Dioses ayudaran a la civilización en cuestiones de sustento de alimento, vestimenta y transporte.
“Estos sacrificios se hacían en tiempos de grandes cambios o desastres naturales. El hecho de que fueran niños refleja una creencia de que los más puros y preciados entre los humanos debían ser ofrecidos a los dioses”, dijo Julio Asencio.
