Estudios recientes han revelado que, en países como el Reino Unido, Estados Unidos, Francia, Australia, Canadá, Noruega y Argentina, los casos de cáncer colorrectal entre jóvenes adultos han ido en aumento, y esta no es una excepción. A nivel global, la incidencia de varios tipos de cáncer en personas jóvenes se ha incrementado, lo que ha encendido las alarmas entre los expertos.
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Y es que, durante el congreso de la Unión Internacional contra el Cáncer (UICC) celebrado en Ginebra en septiembre de 2024, un equipo internacional de investigadores presentó hallazgos inquietantes: analizando datos de 50 países, encontraron que, en 14 de ellos, el aumento de la incidencia de cáncer estaba restringido a adultos jóvenes, mientras que las tasas en adultos mayores se mantenían estables.
En particular, el cáncer de mama también muestra un preocupante incremento: aunque la tasa de mortalidad ha disminuido un 10% en la última década, la incidencia sigue creciendo a un ritmo del 1% anual, y alcanza el 1.4% en mujeres menores de 50 años.
Una crisis silenciosa
“Estos son individuos en la flor de la vida. Es aterrador ver a personas menores de 40 años siendo diagnosticadas con cáncer de páncreas, una enfermedad que normalmente afecta a personas mucho mayores”, señala Eileen O’Reilly, oncóloga en el Centro Oncológico Memorial Sloan Kettering de Nueva York.
Este fenómeno ha dejado a muchos en la comunidad médica perplejos, ya que muchos de estos pacientes no tienen antecedentes familiares ni factores de riesgo claros.
¿Qué está sucediendo?
Entre las hipótesis más debatidas, se encuentran el aumento de la obesidad y el síndrome metabólico, que están estrechamente relacionados con una mayor inflamación corporal y la alteración de caminos hormonales. Un estudio reciente sugiere que acumular peso excesivo entre los 18 y 40 años está vinculado a un mayor riesgo de hasta 18 tipos de cáncer, incluidos los de riñón y páncreas.
Dicho esto, los oncólogos también están observando otros factores. El profesor Shuji Ogino de la Universidad de Harvard ha planteado que las alteraciones en los patrones de sueño, junto con la exposición constante a la luz artificial, podrían estar contribuyendo a este aumento. Asimismo, investigaciones sugieren que dormir menos de lo recomendado podría incrementar el riesgo de cáncer, un fenómeno que se ha intensificado con el auge del trabajo nocturno y la cultura de la tecnología.
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Microplásticos
Un enfoque novedoso que ha cobrado fuerza es la posible relación entre los microplásticos y el cáncer colorrectal. El cirujano Frank Frizelle ha propuesto que la creciente presencia de estas partículas en el medio ambiente podría estar afectando la capa de moco del intestino, permitiendo la entrada de patógenos que aumentan el riesgo de desarrollar cáncer.
No obstante, la necesidad de una investigación más profunda es inminente. O’Reilly destaca que “hay un gran vacío en la comprensión de por qué estamos viendo un aumento en estos tipos de cáncer entre los jóvenes”. Por ende, La colaboración entre científicos y profesionales de la salud se vuelve esencial para enfrentar lo que muchos consideran una crisis de salud pública inminente.
Según los científicos, la alarmante realidad es que, si no se aborda esta tendencia, podríamos estar al borde de un aumento significativo en la carga de enfermedades relacionadas con el cáncer, poniendo en riesgo los avances logrados en la salud pública en las últimas décadas.