La levitación magnética no es una tecnología nueva en el mundo. Desde hace más de 40 años que se habla de energía generada por las fuerzas de los imanes, para mantener objetos suspendidos y en movimiento. La ciencia las comenzó a implementar en los trenes, pero ahora podría aplicarse prácticamente a cualquier cosa.
PUBLICIDAD
Japón, dueños del tren bala (que funciona con levitación magnética), trabaja en paralelo en un proyecto que va más allá de los autos eléctricos convencionales. Científicos nipones quieren ahora realizar coches que vuelen, gracias a la energía generada por imanes, para evitar la fricción de la combustión y el contacto con el suelo.
Fabricarlos todavía parece lejano, pero los primeros prototipos que han salido a la luz, de diferentes fuentes, nos muestran proyectos realmente futuristas. Parecen sacados de una película de ciencia ficción.
¿Cuándo los veremos volando de manera común? Si bien es difícil dar una fecha exacta, muchos expertos y estudios apuntan a que para el 2050 podríamos ver una primera fase de implementación de estos vehículos en ciudades seleccionadas.
Esto implicaría vuelos limitados. Inicialmente, podrían estar restringidos a ciertas rutas y altitudes, y bajo condiciones climáticas favorables.
La ciencia detrás de los autos voladores con levitación magnética
Científicos de la Unidad de Máquinas Cuánticas del Instituto de Ciencia y Tecnología de Okinawa (OIST) están estudiando materiales levitantes, sustancias que pueden permanecer suspendidas en una posición estable sin ningún contacto físico o apoyo mecánico, reseña la misma institución.
La investigación analiza materiales que puedan flotar objetos como superconductores o materiales diamagnéticos (materiales repelidos por un campo magnético) sobre imanes para desarrollar sensores avanzados para diversos usos científicos y cotidianos.
PUBLICIDAD
Para lograrlo, ya han diseñado una plataforma flotante en el vacío utilizando grafito e imanes. Sorprendentemente, esta plataforma levitante funciona sin depender de fuentes de energía externas y puede ayudar al desarrollo de sensores ultrasensibles para realizar mediciones muy precisas y eficientes.
Cuando se aplica un campo magnético externo a materiales diamagnéticos, estos generan un campo magnético en la dirección opuesta, lo que genera una fuerza repulsiva: se alejan del campo. Por lo tanto, los objetos hechos de materiales diamagnéticos pueden flotar por encima de campos magnéticos fuertes
