Un equipo de arqueólogos ha realizado un descubrimiento sin precedentes para la historia de la humanidad. Encontraron los restos de una civilización en Sudáfrica, que se mantuvo pura, sin influencia de otras especies de humanos, durante más de 10.000 años.
La ocupación humana, en los amplios terrenos de la Tierra, está relacionada a migraciones masivas sujetas a condiciones climáticas. Sin embargo, este no parece ser el caso de la civilización encontrada en esta investigación, desarrollada por arqueólogos de la Universidad de Ciudad del Cabo, en una región a la que se le conoce como refugio rocoso de Oakhurst, en las cercanías de la ciudad de George, en la costa sur de Sudáfrica.
En primer lugar, los científicos explican que la ocupación humana en Oakhurst tiene data de hace 12.000 años. Esta zona se convirtió en yacimiento arqueológico desde 1930, año en el que comenzaron a encontrar restos de presencia humana como telas, herramientas de cerámica, arte rupestre y fragmentos de cerámica.
Después de casi 100 años de investigación en Oakhurst, se han encontrado los restos de 46 personas en total, un hecho poco común en los yacimientos arqueológicos de Sudáfrica, ya que no suelen encontrarse tantos cuerpos juntos en un mismo lugar.
Civilización perdida por más de 10.000 años
La reciente investigación, de la que se hace eco el medio The Conversation, se enfoca en los restos de 13 genomas antiguos, pertenecientes a 13 personas diferentes. Compararon los ADN de estos ejemplares antiguos, y se encontraron con genotipos muy similares a los de los humanos actuales en esta misma región.
De hecho, una de las conclusiones es que los ADN se comenzaron a mezclar con humanos de otras regiones del mundo, hace unos 1.300 años. Eso quiere decir que entre hace 10.000 años y 1.299 (estamos siendo exageradamente precisos con fines explicativos) estas personas del pueblo sudafricano se mantuvieron puras.
De los 13 ADN que encontraron, dos son de personas que vivieron en la Tierra hace 9.000 o 10.000 años. Cuatro existieron entre hace 5.000 y 6.000 años; cinco entre 4 y 5 mil años; y dos entre 1.000 y 1.500. Todos eran adultos al momento de su muerte; cinco eran mujeres y ocho eran hombres.