El Mar Caribe debe esconder una inmensa cantidad de misterios, historias y tesoros correspondientes a la época colonial, de cuando las embarcaciones de España se instalaron en América. Cada cierto tiempo se encuentran los restos de navíos que se movieron entre las aguas que dividen al occidente con Europa, y que lamentablemente se hundieron con todo lo que llevaban dentro.
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Sin embargo, para el doctor en arqueología, Carlos León, no es suficiente. El científico insta a las autoridades gubernamentales de República Dominica y España a que inviertan en la búsqueda de todos los galeones de los que se tengan registros de que se hayan hundido, ya que según sus cálculos hay más de 65 barcos hundidos en las costas quisqueyanas.
Aunque seguramente hay monedas de oro, joyas y cualquier cantidad de piedras preciosas, León explica que el objetivo de estas búsquedas es recuperar el patrimonio cultural que tienen en común España y República Dominicana.
Con esas mismas palabras lo dijo en unas declaraciones realizadas en la jornada de Arqueología bajo el mar: galeones, huracanes y naufragios, celebrada en la Fundación Ramón Areces, reseña Europa Press.
El evento que reunió a un grupo importante de arqueólogos se hizo para marcar el territorio subacuático dominicano, sobre el que se deberían desarrollar excursiones para dar con los restos de naufragios, registrados entre los siglos XVI y XVIII.
La celebración de la convención coincide con los 300 años del naufragio que más ha registrado pérdidas para la corona española en su historia, e hundimiento de Guadalupe y Tolosa, en la bahía de Samaná.
“La flota de azogues de 1724, compuesta por los navíos Guadalupe y Tolosa, protagonizó uno de los naufragios con más pérdidas de vidas de la navegación española en el siglo XVIII. Gracias al estudio de este naufragio, hoy sabemos cómo era el barco, cómo fue la navegación, cómo se hundió, cómo sobrevivieron al naufragio, quién vivió y quién murió; qué transportaban, qué productos fueron embarcados como contrabando, y cómo el barco fue convirtiéndose en parte del fondo marino”, dijo Carlos León, para hacer notar la importancia del trabajo arqueológico para la humanidad.