Emular los movimientos faciales es uno de los grandes retos de la ciencia y tecnología que busca la creación de robots parecidos a los humanos. Sólo para sonreír, el rostro de las personas necesita de al menos 12 músculos, reto que se hace muy difícil de igualar en el mundo de los mecanismos.
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Científicos de Japón ahora están mucho más cerca del sueño de la existencia de humanoides, al lograr la creación de un rostro con revestimientos de piel viva, que fue capaz de sonreír.
Las imágenes del rostro robótico, cubierto con piel viva con la que se pueden imitar los movimientos de la cara, nos hace recordar a las primeras imágenes representadas de los androides Número 17 y Número 18, cuando Trunks habló de ellos la primera vez.
Este invento no parece apuntar a las mismas intenciones del Dr. Gero de Dragon Ball Z (esperamos). La realidad que en este caso iguala la ficción, es revolucionaria desde el punto de vista de la apariencia de los robots del futuro, y las funcionalidades de servicio que se le puede dar.
¿Es un logro aterrador?
El avance en cuestiones tecnológicas se adjudica a un trabajo del Laboratorio de Sistemas Biohíbridos de la Universidad de Tokio, liderado por el profesor Shoji Takeuchi, reseña Infobae.
Lo que hizo este equipo científico fue cubrir un molde facial 3D robótico, con piel cultivada. Usaron un mecanismo de anclajes perforados, que emulan la estructura natural de los ligamentos de la piel humana. De esta manera lograron que el material se estire y mueva, sin quebrarse o romperse.
Los científicos japoneses hicieron una demostración que sorprendió al mundo entero. Lograron que ese molde en el rostro pasara de una expresión neutra a una sonrisa.
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Hicieron un sistema similar, pero en lugar de un rostro, lo hicieron sobre el molde robótico de un dedo. Con esto lograron que el dedo se doble, con lo que demuestran que pueden usar esta piel cautivada para varias partes del cuerpo del robot.
¿Falta mucho para poder ver un humanoide? Sí, pero este es un inicio importante.
“Desarrollar un método para incorporar vasos sanguíneos o un sistema alternativo de suministro de nutrientes sigue siendo uno de los desafíos clave en los que estamos trabajando para extender la viabilidad de la piel fuera de entornos controlados. Si podemos incorporar melanocitos en la piel diseñada, podría ser posible que los robots se bronceen”, dijo el líder de la investigación.