El pensar en chips que pueden ser incrustados en nuestro cuerpo sigue siendo algo que suena de película y a pesar de ello, Elon Musk ya lo ha llevado a un nivel superlativo. Junto a su compañía Neuralink han logrado un hito histórico en el campo de la neurotecnología al obtener la aprobación de la FDA para comenzar a utilizar un nuevo dispositivo que, por increíble que parezca, será capaz de devolver la vista a personas ciegas de nacimiento.
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Todo este avance es el que se ha conseguido en un sólo año
Esta empresa que es pionera en el desarrollo de interfaces cerebro-computadora, ha estado trabajando durante años en la creación de chips implantables que puedan restaurar funciones perdidas debido a lesiones cerebrales. Si bien han tenido que superar grandes problemas relacionados con regulaciones, Neuralink logró implantar exitosamente su primer chip en un humano a principios de 2024 en un paciente tetrapléjico que pudo controlar un cursor en una computadora únicamente con su mente. Esta, era sólo la prueba de todo lo que podían lograr con esta tecnología.
Dieron un paso adelante en lo que respecta a innovación con su versión Blindsight, la cual promete revolucionar el tratamiento de la ceguera al permitir que incluso aquellos que han perdido ambos ojos y el nervio óptico puedan volver a ver. Según Musk, la visión inicial será de baja resolución, similar a los gráficos de videojuegos antiguos, pero con el tiempo podría superar la visión natural y ofrecer capacidades adicionales como la visión nocturna o la detección de diferentes espectros de luz.
Si bien es un gran avance el que se ha logrado en menos de un año, este hecho de igual forma abre nuevas puertas en el tratamiento de la ceguera y sienta las bases para el desarrollo de terapias que se podrían implementar en otras enfermedades neurológicas como el Parkinson, el Alzheimer y la depresión. La capacidad de leer y escribir directamente en el cerebro podría transformar la forma en que nos comunicamos, aprendemos y trabajamos.
Así como existe una área gris en lo que respecta a regulación en inteligencia artificial, esta nueva tecnología no es la excepción. La implementación de estos dispositivos en seres humanos plantea interrogantes éticas y de seguridad que deben abordarse cuidadosamente. Esto junto a investigaciones para determinar los efectos a largo plazo de estos implantes y garantizar su seguridad.
La visión de Musk de crear una conexión directa entre el cerebro humano y un chip computarizado se está convirtiendo en realidad más rápido de lo que creemos. A medida que la tecnología avanza a un ritmo acelerado, es probable que veamos cada vez más aplicaciones innovadoras de la neurotecnología en los próximos años.