Un reciente informe del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) ha dado a conocer un descubrimiento que podría cambiar el rumbo de la crisis energética global: se han encontrado enormes reservas naturales de hidrógeno en el subsuelo terrestre, lo que podría abastecer a la humanidad durante cientos de años.
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Hasta ahora, la producción de hidrógeno dependía en gran medida de métodos industriales que, paradójicamente, generan emisiones de dióxido de carbono (CO₂); no obstante, la posibilidad de aprovechar reservas naturales de hidrógeno podría ser un gran paso adelante en la búsqueda de fuentes de energía más limpias.
Y es que el hidrógeno es una de las grandes promesas para paliar la crisis energética y ayudarnos a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero”; no obstante, destaca que la producción artificial de hidrógeno, especialmente el “hidrógeno gris” y “marrón”, sigue siendo altamente contaminante. La extracción de estas variantes implica el uso de gas natural y carbón, generando importantes cantidades de CO₂, lo que contradice su objetivo original de ser un combustible limpio.
Albania: un ejemplo de oportunidades del hidrógeno natural
Un descubrimiento reciente en Albania subraya el potencial de estos depósitos naturales, identificando que la mina podría generar “más de 200 toneladas de hidrógeno al año”. Este hallazgo pone en el centro del debate global el potencial de las reservas subterráneas de hidrógeno como una solución viable para la transición energética.
Según los científicos, las reservas subterráneas de hidrógeno podrían encontrarse en muchas otras regiones del mundo, por lo que este descubrimiento en Albania es solo el comienzo de una nueva era en la exploración energética.
Las proyecciones sugieren que estas reservas, si se explotan de manera responsable, podrían proporcionar una fuente de energía limpia y abundante para abastecer a la humanidad durante siglos.
Desafíos y oportunidades
Según las proyecciones, las reservas subterráneas de hidrógeno, si se gestionan de manera adecuada, podrían tener un impacto positivo en la lucha contra el cambio climático. No obstante, uno de los principales desafíos es que, en algunos casos, este hidrógeno no se encuentra en su forma pura, sino mezclado con otros gases como el metano. Esto podría contrarrestar algunos de los beneficios ambientales de esta fuente de energía.
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La posibilidad de aprovechar reservas naturales para producir energía sin las emisiones nocivas asociadas a otros métodos podría ayudar a acelerar los esfuerzos globales para descarbonizar sectores clave, como el transporte y la industria pesada.
Con la capacidad de abastecer las necesidades de nuestra civilización durante siglos, estas reservas podrían cambiar radicalmente el panorama energético global. Ahora bien, para que este recurso cumpla con su promesa de ser una fuente de energía verdaderamente limpia, será necesario abordar los desafíos técnicos y medioambientales que plantea su extracción.
