Un equipo de científicos desenterraron una tumba en un yacimiento arqueológico de Kazajistán. Dentro del sarcófago encontraron dos lujosas placas de oro, que tienen al menos 1.500 años de existencia, y que podrían revelar información sobre la fundación de los pueblos turcos, de las actuales civilizaciones en la humanidad.
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De acuerdo con reseñas de medios internacionales, estas placas de oro tienen acuñados los símbolos de las antiguas confederaciones nómadas de los pueblos túrquicos, conocidas como los “khagan” de los “Göktürks”.
Estas maravillosas tribus nómadas deambularon por regiones de lo que hoy es Asia Central, el Cáucaso, Siberia y partes de Europa Oriental durante al menos tres siglos. Por lo tanto, tiene completo sentido que se encuentren en Kazajistán, país que tiene origen en las confederaciones de habla túrquica.
Los símbolos encontrados en estas placas de oro hablan de un ser soberano rodeado de sirvientes, lo que habla de que la persona enterrada probablemente formaba parte de la realeza.
“Las placas muestran a un soberano coronado, sentado majestuosamente en un trono en una pose santa y rodeado de sirvientes”, describió Zainolla Samashev, arqueólogo del Instituto de Arqueología de Kazajistán y líder de la excavación.
Las placas kazajas de un príncipe
Los arqueólogos informaron que la tumba es del siglo VI, hace aproximadamente 1.500 años. “Pertenecía a un tegin, que en los idiomas túrquicos significa príncipe”, explicaron.
La región donde se encontraron los restos, una zona llamada Eleke Sazy, situada entre las fronteras de Kazajistán con China, la Siberia Rusa y Mongolia, fue transformado por las antiguas civilizaciones en un lugar de culto, en donde se veneraban como dioses a los muertos enterrados allí.
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“El príncipe podría haber pertenecido al clan real Ashina de khagans, que fundó dos estados túrquicos en las estepas de Eurasia central entre los siglos V y VIII y gobernó hasta ser conquistados por otro grupo túrquico que se convirtió en los Uigures”, dijo Zainolla Samashev.
Las dos placas lujosas de oro miden 3.7 centímetros y estaban en una especie de hebilla de cinturón, prenda que en aquel entonces sólo usaban las personas de mucho poder en los imperios túrquicos.