Ciencia

El mítico “rayo de la muerte de Arquímedes” fue creado por un chico de 13 años: Podría funcionar

Se trata de una arma legendaria que, según los científicos, es viable.

Brendan Sener, un adolescente canadiense de 13 años, ha logrado cautivar a la comunidad científica con su proyecto escolar. Inspirado por las antiguas leyendas griegas, Sener se propuso recrear el mítico “rayo de la muerte” de Arquímedes, un arma que según la historia, el matemático griego utilizó para incendiar los barcos romanos durante el asedio de Siracusa.

La leyenda cobra vida en un experimento casero

La idea de construir un arma capaz de concentrar la energía del sol para incendiar objetos a distancia siempre ha fascinado a los científicos y a los aficionados a la historia. Sener, armado con su curiosidad y conocimientos científicos, decidió poner a prueba esta teoría. Utilizando espejos cóncavos y una fuente de calor, el joven canadiense logró demostrar que el principio detrás del rayo de la muerte de Arquímedes es científicamente viable.

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En su experimento, Sener descubrió que al aumentar la cantidad de espejos cóncavos, la intensidad de la luz concentrada en un punto focal también aumentaba, generando suficiente calor para quemar un objeto. Aunque su versión a escala reducida no podía incendiar barcos, sus resultados respaldan la idea de que un dispositivo similar, pero de mayor tamaño, podría haber sido utilizado en la antigüedad.

¿Realidad o ficción? El debate sigue abierto

A pesar de los experimentos de Sener y otros científicos, la existencia del rayo de la muerte de Arquímedes sigue siendo objeto de debate. Si bien las leyes de la física respaldan la posibilidad de concentrar la energía solar para crear un haz de calor intenso, no existen pruebas arqueológicas concluyentes que demuestren que tal arma haya existido.

El proyecto de Brendan Sener es un ejemplo inspirador de cómo la curiosidad y la pasión por la ciencia pueden llevar a descubrimientos sorprendentes. Su trabajo ha demostrado que incluso los jóvenes pueden hacer contribuciones significativas al mundo científico.

Además que la historia de Arquímedes y su legendario rayo de la muerte continúa fascinando a científicos e historiadores (Es que, con ese nombre, a quién no le interesaría). El trabajo de Sener ha revitalizado el interés en esta antigua tecnología y ha demostrado que la ciencia no tiene límites de edad.

En conclusión, el proyecto de Brendan Sener es una prueba de que la ciencia es una aventura emocionante que puede ser explorada por cualquier persona, sin importar su edad. Su trabajo no solo ha contribuido a nuestra comprensión de la historia, sino que también ha inspirado a otros jóvenes a seguir sus pasos y explorar el mundo que les rodea con curiosidad y asombro.

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