Lo que comenzó como una misión rutinaria de ocho días para los astronautas Suni Williams y Butch Wilmore se ha transformado en una verdadera odisea de más de 60 días (y contando) en el espacio. Ambos forman parte de la primera prueba de vuelo tripulada de la nave espacial Starliner de Boeing, lanzada desde la Tierra hace dos meses. Sin embargo, debido a múltiples problemas técnicos, su regreso se ha visto obstaculizado, y la NASA no descarta que su estancia en el espacio se prolongue hasta principios de 2025.
Una estadía prolongada
Los problemas comenzaron cuando la nave espacial Starliner experimentó una serie de fallos mecánicos. Entre ellos, se reportó una fuga de helio en la cápsula, el cierre defectuoso de las válvulas propulsoras y un apagón inesperado en cinco propulsores de maniobra. Estas complicaciones han dejado a los astronautas varados en la Estación Espacial Internacional (EEI), sin una fecha clara de regreso.
Ante este panorama, la NASA ha considerado la posibilidad de extender la misión durante varios meses más. Aunque aún no se ha tomado una decisión definitiva, la agencia espacial indicó que una resolución se tomará a mediados de agosto. En caso de que la nave Starliner no sea considerada segura para el regreso de los astronautas, se baraja la opción de utilizar una cápsula SpaceX Crew Dragon como alternativa para traer a Williams y Wilmore de vuelta a la Tierra.
Una de las opciones que maneja la NASA es regresar la nave Boeing Starliner vacía y asignar a los astronautas un asiento en la misión Crew-9 de SpaceX. Este vuelo rutinario de reabastecimiento y rotación de personal en la EEI está previsto para despegar el 24 de septiembre, y en caso de ser necesario, dos astronautas designados para esa misión serían retirados para dejar espacio a Williams y Wilmore.
Quiénes son los astronautas varados
Butch Wilmore: un veterano de combate
Barry Eugene “Butch” Wilmore nació el 29 de diciembre de 1962 en Murfreesboro, Tennessee. Es licenciado en Ingeniería Eléctrica y posee una Maestría en Ciencias en Aviación por la Universidad de Tennessee. Wilmore tiene una vasta experiencia militar, habiendo servido como piloto de pruebas en el escuadrón F/A-18 de la Marina y participado en 21 misiones de combate durante la Operación Tormenta del Desierto, Escudo del Desierto y Vigilancia del Sur. En 2009, completó la misión STS-129 a bordo del transbordador espacial Atlantis, que también tuvo como destino la EEI.
Sunita Williams: pionera espacial
Sunita Williams nació el 19 de septiembre de 1965 y tiene raíces en Gujarat, India. Se graduó en Ciencias Físicas en la Academia Naval de los Estados Unidos y obtuvo una Maestría en Ciencias en Ingeniería de Gestión en el Florida Institute of Technology. Con una destacada carrera en la Marina de Guerra, Williams fue piloto e instructora de helicópteros de combate. En 2015, estableció el récord femenino de la misión más larga en el espacio, con 195 días, un logro que más tarde sería superado por la astronauta italiana Samantha Cristoforetti.
La vida en el espacio: adaptación y desafíos
A pesar de no ser parte de la tripulación original de la Expedición 71, Williams y Wilmore se han integrado al equipo de siete astronautas internacionales que operan en la EEI. De prolongarse su estadía hasta 2025, como sugirió la NASA, se convertirían en miembros de pleno derecho de la expedición, asumiendo responsabilidades como caminatas espaciales y la realización de experimentos científicos.
Mantenerse físicamente activos es crucial para los astronautas, quienes deben realizar ejercicios regularmente para evitar la pérdida de masa muscular y densidad ósea en el espacio. La NASA ha proporcionado recursos y suministros adecuados para garantizar su bienestar. Además, los astronautas han encontrado tiempo para el entretenimiento, como se pudo ver en un video publicado el 26 de julio, donde ambos participaron en una simulación de pruebas olímpicas en la estación espacial.
Uno de los retos adicionales que enfrentan es la falta de pertenencias personales, ya que la NASA decidió retirar su equipaje de la nave para hacer espacio a una bomba destinada a reparar un inodoro averiado en la EEI. Sin embargo, un reciente reabastecimiento de carga por parte de Northrop Grumman ha proporcionado un alivio, asegurando que no habrá escasez de suministros en un futuro cercano.