La evidencia genética humana en Sudamérica se extiende hasta hace 18 mil años, según hallazgos científicos. Sin embargo, en cuanto a culturas prehistóricas o sociedad, la civilización Caral, en diferentes zonas de Perú, es lo más antiguo que tiene la ciencia en sus manos, con un pueblo que habitó estas regiones hace 5.000 años.
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Recientes hallazgos de un grupo de arqueólogos venezolanos no superan a la ciudad Sagrada de Caral, pero podrían haber encontrado el arte rupestre más antiguo jamás conocido en la historia. Hallaron al menos 20 pinturas de este estilo en las entrañas del Parque Nacional Canaima, ubicado en el sureste de Venezuela, una zona que colinda con el Amazonas de Brasil.
Para quienes no lo conocen, en el Parque Nacional Canaima está el Salto Ángel (Las Cataratas del Paraíso en “UP”), que es la caída de agua más alta del mundo. Precisamente en las paredes de esta maravilla natural de nuestro planeta, un grupo de arqueólogos de la Universidad Simón Bolívar encontraron el arte rupestre y colorido de una civilización nunca antes registrada por la ciencia.
Una reseña de Infobae explica que los dibujos encontrados estaban dibujados en color rojo. Todos tenían una forma geométrica distintiva: hay puntos, líneas, filas de X y algunos patrones en forma de estrellas, que se conectan entre sí.
Otras de las pinturas son más simples como hojas o personas representadas a través del arte milenario de los palitos y círculos. Todas están grabadas en las rocas, lo que le da la calificación de petroglifos. El significado de los dibujos todavía se desconoce, pero le abre la puerta a más expediciones en la región.
“Es casi imposible entrar en la mente de la gente que vivió hace tantos años. Pero definitivamente estos signos tenían un significado ritual”, dijo a Live Science José Miguel Pérez-Gómez, arqueólogo e investigador de la Universidad Simón Bolívar en Caracas.
El arte rupestre más antiguo jamás conocido se encontró en Brasil, pero el arqueólogo venezolano cree que estos hallazgos en Venezuela los podrían superar.
¿Es posible que este sea el punto cero de este arte en Sudamérica? Las puertas están abiertas hacia la investigación.