En la actualidad, no se conoce con certeza la causa de la esclerosis múltiple. La creencia más frecuente es que es provocada por un virus, un defecto genético o ambos. Los factores ambientales también pueden influir. Los signos y síntomas de la esclerosis múltiple varían mucho en los distintos pacientes y dependen de la ubicación y la gravedad del daño a la fibra en el sistema nervioso central. Algunas personas en estados avanzados de la enfermedad pueden perder la capacidad de caminar sin asistencia o por completo.
Hasta el momento no se conoce cura para la esclerosis múltiple, pero existen tratamientos que pueden retrasar el avance de la enfermedad. El objetivo es detener su progreso, controlar los síntomas y ayudar a la persona a mantener una calidad de vida normal. Una de ellas es la “FES”.
¿Qué es la terapia FES?
La electroestimulación funcional (FES, por sus siglas en inglés) es una técnica de rehabilitación que utiliza suaves corrientes eléctricas para estimular los músculos y generar contracciones en personas con patologías como la esclerosis múltiple.
La FES puede ayudar a los pacientes a recuperar movimientos y funciones motoras perdidas o deterioradas, además de ser útil en el manejo de síntomas como debilidad muscular, fatiga y espasticidad.
Los objetivos de la rehabilitación variarán según las necesidades y capacidades de cada paciente, por lo que la terapia debe ser personalizada y adaptada en función de la evolución de la enfermedad y de los síntomas específicos. “Para apoyar este proceso, TrainFES cuenta con la tecnología de electroestimulación funcional en conjunto con una metodología de entrenamiento constante, con el objetivo de frenar el avance de los síntomas de la esclerosis múltiple. El tratamiento incluye profesionales en fisiatría, kinesiología, terapia ocupacional, fonoaudiología, asesoramiento psicológico y otros enfoques personalizados según las necesidades del paciente, para desarrollar un plan de tratamiento integral”, explica Felipe Covarrubias, Director Clínico de TrainFES.
Precisamente, es de consenso global que este tipo de tratamiento de electroestimulación debe ir acompañado de entrenamiento localizado, seguimiento y un equipo multidisciplinario. Sobre todo con un enfoque en la mejora de la calidad de vida. Desde la arista de la tecnología, el desarrollo de equipos cada vez más precisos y a la vez más pequeños y fáciles de transportar, han ayudado, precisamente, a aumentar el alcance y acceso global a estos tratamientos.
Una fecha para crear consciencia
El Día Mundial de la Esclerosis Múltiple se celebra cada 30 de mayo, y tiene como objetivo concienciar a la sociedad sobre esta enfermedad crónica del sistema nervioso central, que afecta a millones de personas en todo el mundo. Es por esto, que durante esta semana se realizaron diversas actividades para informar, sensibilizar y apoyar, así como para promover la investigación y mejorar la calidad de vida de los pacientes a nivel mundial.
Y es que se trata de una enfermedad y una condición, compleja. El avance de la esclerosis múltiple es progresivo, por lo que el ejercicio y la continuidad terapéutica son fundamentales para que no se desencadenan nuevos brotes. Con la neurorrehabilitación, los pacientes con esta condición pueden mantener la masa muscular, disminuir la rigidez de las extremidades y aumentar su independencia en actividades cotidianas.
“Uno de los principales beneficios, es que mejora la circulación y la función cardiovascular, sumando la movilidad y la marcha, logrando ayudar a reducir la rigidez, contribuyendo a relajar los músculos espásticos y mejorar su rango de movimiento. Por otro lado, ayuda a tener un fortalecimiento muscular, ayudando a mantener la función. Además, alivia el dolor: puede ayudar a bloquear las señales de dolor que se envían al cerebro y estimular la liberación de endorfinas”, finaliza Covarrubias.