Desde el principio de los tiempos las mujeres han hecho contribuciones fundamentales a la ciencia. Si bien han sido constantemente subestimadas a lo largo de la historia, lo cierto es que desde Hipatia de Alejandría, pionera en matemáticas y astronomía en el siglo IV, hasta contemporáneas como Donna Strickland, quien ganó el Premio Nobel de Física en 2018, las mujeres han dejado su huella en diversos campos científicos. Tal fue el caso de Ada Lovelace, matemática y escritora inglesa que selló su nombre en la historia por ser la primera programadora y una visionaria que predijo la existencia de la inteligencia artificial.
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Nacida en 1815, Lovelace era hija del poeta Lord Byron (a quien nunca conoció) junto a Annabella Milbanke. Y cómo no, a temprana edad se destacó en matemáticas bajo la influencia de su madre, quien prefería que siguiera una carrera científica en lugar de literaria.
El temprano interés de Ada Lovelace por la ciencia
Durante su juventud, Lovelace ganó conocimiento gracias a sus tutores privados pero también por su educación autodidacta. Así, tras conocer en 1833 a Charles Babbage, quien es considerado el “padre de la computadora”, definió su pasión por las matemáticas y continuó por esa senda.
Por aquella época, Babbage trabajaba en el desarrollo de una máquina mecánica que pretendía calcular funciones cuadráticas, un proyecto llamó la atención de Lovelace, según rescata NatGeo en español.
Tiempo más tarde, en 1842, un ingeniero y matemático italiano llamado Luigi Menabrea decidió publicar el boceto de la máquina de Babbage, basado en las conferencias del inventor, y Lovelace emprendió la misión de traducir el documento del francés al inglés.
No obstante, la mujer quiso añadir notas propias para explicar el funcionamiento de la máquina, que conocía desde cerca, junto con proponer sus propias ideas consideradas como innovadoras; como el uso de lo que hoy conocemos como algoritmo informático.
El legado de Ada Lovelace
La científica tuvo una carrera notable. Por ejemplo, su trabajo incluyó el desarrollo del primer algoritmo destinado a ser procesado por una máquina, utilizando los números de Bernoulli como ejemplo. Y es que Lovelace entendió que las computadoras podían manipular símbolos además de realizar cálculos numéricos, sugiriendo así aplicaciones más allá de las matemáticas, lo que la Unesco reconoce como un adelanto significativo hacia la computación moderna.
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Además, de acuerdo a un artículo del Instituto Nacional de Estándares y Tecnología (NIST), este aporte se considera como “la primera y más completa descripción de los ordenadores”. ¿La razón? Es que en sus notas la matemática no dudó al predecir que las computadoras en el futuro lograría tener un potencial infinito, pero que no por eso serían realmente inteligentes. “En otras palabras, creía que la inteligencia artificial no puede crear nada original sin aprender de la aportación humana”, señala el NIST.
Lamentablemente, Ada Lovelace falleció a los 36 años en 1852, poco después de ser diagnosticada con cáncer. Sin embargo, su legado perdurará por siempre. De hecho, el lenguaje de programación Ada lleva su nombre en honor a sus contribuciones pioneras a la informática.
Y es en su honor que el Día de Ada Lovelace se celebra cada segundo martes de octubre, reconociendo las contribuciones de las mujeres en la ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas.