Imagine un mundo donde no existían océanos, sólo un enorme continente que abarcaba casi toda la superficie terrestre. Este supercontinente, conocido como Pannotia, existió hace aproximadamente 600 millones de años, durante el período Neoproterozoico.
Hoy en día, la Tierra se ve muy diferente, con continentes fragmentados y océanos que cubren más del 70% de la superficie.
Las cosas eran algo distintas en ese entonces, cuando éramos un solo continente en la Tierra. El clima era cálido y húmedo, con bosques tropicales que se extendían por gran parte del supercontinente. En las zonas polares, se podían encontrar glaciares. Los primeros animales con cáscara, como los trilobites, ya habitaban este mundo antiguo.
Ni hablar de los paisajes en ese entonces de nuestro planeta. Las montañas eran mucho más altas que las que encontramos hoy en día. Según reseña El Confidencial, la colisión de los cratones continentales durante la formación de Pannotia dio lugar a cordilleras colosales que se elevaban sobre la superficie de nuestro planeta.
Pannotia no era estático. Los cratones continentales se movían constantemente, lo que provocaba cambios en la configuración del supercontinente. Estas colisiones y fragmentaciones tuvieron un impacto significativo en la evolución de la vida en la Tierra.
La ciencia hace un trabajo impresionante al estudiar y analizar como era Pannotia, ya que eso nos ayuda a comprender mejor la historia de nuestro planeta. Al observar cómo se formó y fragmentó este supercontinente, podemos entender mejor los procesos geológicos que han dado forma a la Tierra a lo largo del tiempo.
¿Es posible que los continentes vuelvan a unirse en un futuro lejano? Los científicos no lo saben con certeza, pero es una posibilidad que intriga a muchos. Lo que sí sabemos es que la Tierra está en constante cambio, y que la superficie que vemos hoy no será la misma que la del futuro.