China ha alcanzado un hito significativo en la investigación de la materia oscura con la inauguración del Laboratorio Subterráneo de China Jinping (CJPL), la instalación más profunda del mundo, ubicada a unos 2.300 metros bajo las montañas Jinping.
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Esta moderna instalación, finalizada en diciembre, se dedica a desentrañar los misterios de la materia oscura, que constituye más del 80% de la masa del universo.
La materia oscura es una substancia escurridiza que se cree que conecta las estructuras cósmicas, pero permanece oculta debido a su supuesta incapacidad para interactuar con otras formas de materia y para reflejar o absorber la luz.
China ha superado el récord anterior, que estaba en manos de los Laboratori Nazionali del Gran Sasso en Italia, destacando su ambición de liderar las investigaciones sobre este enigma cósmico.
La instalación CJPL-II, que se inauguró en 2010, se centra en la investigación de la materia oscura. La ampliación de esta instalación comenzó en 2020 y ahora alberga el detector mejorado PandaX-4T, que pesa cuatro toneladas métricas.
Este detector utiliza xenón líquido para captar la luz emitida durante las colisiones de partículas de materia oscura con átomos de xenón.
El Experimento de Materia Oscura de China (CDEX) en CJPL emplea germanio, similar al silicio, para detectar un tipo específico de partículas conocidas como Partículas Masivas de Interacción Débil (WIMPs).
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La profundidad bajo tierra protege los detectores de interferencias cósmicas, proporcionando un entorno propicio para la investigación de la materia oscura.
Este logro marca dos récords mundiales: el laboratorio subterráneo más extenso y el más profundo del mundo. China busca aumentar la sensibilidad y explorar diversos escenarios de interacción para desentrañar los misterios que rodean a la materia oscura.