Sam Altman y Elon Musk son dos personajes que han estado vinculados por un pasado peculiar gracias a un proyecto que compartieron en común: OpenAI, la empresa que daría vida a ChatGPT.
Pocos los tienen presente, pero Musk, dueño de SpaceX, Tesla Motors y hasta Twitter (ahora llamado X), en un inicio también contaba con una participación importante como socio de la empresa que liberaría la Inteligencia Artificial Generativa más importante del planeta actualmente.
Por desgracia Elon abandonó el barco en una etapa relativamente temprana de la trayectoria de OpenAI, y con el paso del tiempo se han venido soltando detalles en donde todo apuntaría a que ambos sujetos no habrían acabado su relación laboral y de negocios en los mejores de los términos.
El propio Altman en fechas recientes ha hablado sobre la salida de Elon Musk de su compañía, dejando claro que no fue sencillo, ya que el movimiento habría sido abrupto dejando en un equilibrio frágil el porvenir de este proyecto:
“Fue muy difícil. Tuve que reorientar gran parte de mi vida y mi tiempo para asegurarme de que tuviéramos suficientes fondos”.
Así que este es un momento ideal para repasar los momentos clave de la amistad entre ambos sujetos.
Sam Altman vs. Elon Musk: así pasaron de ser amigos a rivales
Todo inicio cuando en 2015 Elon Musk y Sam Altman cofundaron OpenAI, junto con otras figuras de Silicon Valley, como Peter Thiel, el cofundador de LinkedIn, Reid Hoffman, y la cofundadora de Y Combinator, Jessica Livingston.
El grupo tenía como objetivo crear una organización sin fines de lucro centrada en el desarrollo de la inteligencia artificial “de la manera que más probablemente beneficie a la humanidad en su conjunto”.
Fue más o menos por ese periodo que Musk comenzó con su reiterativo discurso en redes y medio de que la Inteligencia era la “mayor amenaza existencial” para la humanidad.
Todo siguió en relativa clama hasta que en 2018 Elon abandonó el proyecto, aunque en teoría continuaría brindando orientación y donaciones.
Elon Musk sale y termina odiando el éxito de Sam Altman y ChatGPT
Se dice que Musk puso entre USD $50 y USD $100 millones de su dinero como fondo para las operaciones del proyecto pero en 2018 cuando abandonó la compañía en realidad también cortó todo.
En teoría, la versión oficial es que Elon se fue por un supuesto futuro conflicto de intereses con Tesla Motors. Pero The New Yorker apunta a que en sí Elon habría entrado en conflicto con Altman y el resto de los inversores cuando intentó auto-postularse como director de OpenAI.
La junta rechazó su idea, particularmente Altman, y entonces Musk se habría marchado en muy malos términos llevándose su dinero. A pesar de que las declaraciones oficiales apuntaban a otro lado.
A partir de ahí el magnate comenzó a criticar de manera cíclica a la empresa. En 2019, Musk compartió algunas ideas sobre su decisión de irse, diciendo que una de las razones era que “no estaba de acuerdo” con hacia dónde se dirigía OpenAI.
En diciembre de 2022, días después de que OpenAI lanzara ChatGPT de forma masiva, Musk dijo que la compañía tenía acceso previo a la base de datos de Twitter, ahora propiedad de Musk, para entrenar a su IA.
Algunos reportes de Semafor aseguran que Elon Musk se habría puesto furioso cuando OpenAI finalmente obtuvo la popularidad que ya todos presenciamos gracias a ChatGPT.
Altman ha sido más cordial cuando se refiere a su anterior amigo: “Para decir algo positivo sobre Elon, creo que realmente le importa el futuro con las AGI (Artificial general intelligence)”, eso fue lo último que dijo en un episodio reciente del podcast On With Kara Swisher.
A eso se suman otros detalles como esa carta masiva donde Musk y otras figuras pidieron frenar el desarrollo de la IA de OpenAI y similares. O los comentarios de burla de Altman sobre la pelea en jaula contra Mark Zuckerberg.
Entonces resulta obvio que no pasan por su mejor momento.