Existe un eterno dilema entre qué resulta mejor para una computadora como medio central de almacenamiento: si un disco duro HDD mecánico tradicional o una unidad de estado sólido SSD, que es, en principio, similar a una memoria USB enorme.
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Quienes han probado una PC o laptop corriendo su sistema operativo sobre una unidad SSD habrán comprobado que hay un antes y un después de haber vivido esa experiencia.
La velocidad de carga de Windows, Linux o macOS es vertiginosa, al igual que todas las demás funciones de software en comparación con HDD.
Sin embargo, rescatar la información de una unidad SSD cuando se presenta algún fallo serio en su funcionamiento es por lo general un monumental dolor de cabeza.
Mientras que un disco duro HDD siempre ofrecerá una amplia gama de alternativas para poder rescatar la información contenida en esa unidad.
Es por ello que muchos consideran recomendable configurar equipos de escritorio mezclando ambos tipos de dispositivos, con la SSD como central para correr sistema operativo y un HDD para la información que no queremos perder.
Pero ahora un nuevo estudio termina revelando que las unidades más modernas en realidad no serían tan eficientes como creíamos.
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Las unidades SSD no serían el medio de almacenamiento que ahorra más energía y los HDD sí
Una empresa dedicada a proveer soluciones de almacenamiento a compañías de gran tamaño, Scality, acaba de publicar los hallazgos de su más reciente proyecto de investigación.
En donde las mejores SSD no son necesariamente el medio de almacenamiento más eficiente desde el punto de vista energético. Según las cargas de trabajo y las capacidades de las unidades, el nuevo estudio demostró que las unidades de disco duro HDD pueden ofrecer entre un 19% y un 94% más de densidad de potencia por unidad que las SSD.
La tabla central del estudio, que podemos observar en la imagen de arriba, marca el punto medular sobre cómo los discos duros tradicionales serían más eficientes desde un punto de vista energético que las más nuevas SSD.
A diferencia de las unidades de estado sólido, los discos duros tienen muchas partes móviles, como platos mecánicos o brazos actuadores y de ahí se derivaba la percepción errónea de que las SSD consumirían menos energía.
Sin embargo, según las últimas pruebas de Scality el consumo de energía es menor entre los HDD, independientemente del rendimiento, donde las SSD sí aplastan al los HDD.
El resultado es curioso, pero eso no cambia la percepción de velocidad del usuario final y la tendencia actual inclinada a favor de las unidades SSD.