Un asombroso hallazgo ha capturado la atención de la comunidad científica: un equipo de investigadores de la prestigiosa Universidad de Cambridge ha logrado desentrañar el misterio genético conocido como partenogénesis o “parto virgen”, que se ha manifestado por primera vez en un animal que normalmente se reproduce de manera sexual.
PUBLICIDAD
Este fenómeno permite a las hembras de la mosca de la fruta dar a luz sin la necesidad de aparearse con un macho, de acuerdo con el informe de T13.
El estudio, cuyos resultados se publicaron en la revista Current Biology, revela cómo las hembras de la mosca de la fruta Drosophila melanogaster han sido modificadas genéticamente para dar lugar a un proceso de reproducción sin la intervención de un macho.
Este logro científico no solo es innovador por sí mismo, sino que también arroja luz sobre los mecanismos genéticos que podrían estar detrás de la partenogénesis en otras especies.
La partenogénesis en otras especies
La partenogénesis, un fenómeno poco común pero no desconocido en el reino animal, ha sido observada en especies como lagartijas y aves, donde las hembras son capaces de dar a luz sin aparearse, principalmente cuando no hay machos disponibles en su entorno.
Lo que hace que este descubrimiento en las moscas de la fruta sea tan intrigante es que, a diferencia de estas otras especies, la Drosophila melanogaster es conocida por su reproducción sexual.
La Dra. Alexis Sperling, investigadora de la Universidad de Cambridge y líder del estudio, explicó que su interés en los nacimientos vírgenes surgió después de presenciar uno en su propia mantis religiosa mascota. Siguiendo esa curiosidad, ella y su equipo se embarcaron en un proceso de investigación que involucró el secuenciamiento genómico de cepas de moscas de la fruta relacionadas.
PUBLICIDAD
Al comparar los genomas de las cepas que se reproducían virginalmente con aquellas que necesitaban aparearse, pudieron identificar los genes responsables de esta notoria diferencia.
La manipulación genética que llevaron a cabo permitió que las moscas de la fruta Drosophila melanogaster se convirtieran en criaturas completamente partenogenéticas, capaces de dar a luz sin intervención masculina. El experimento, que duró seis años e involucró a más de 220,000 moscas, demostró que las moscas modificadas genéticamente seguían reproduciéndose de manera normal cuando estaban en contacto con machos, pero al ser aisladas, un pequeño porcentaje optó por un enigmático “parto virgen”.
Si bien este descubrimiento representa un hito en la comprensión de los procesos genéticos detrás de la partenogénesis, los científicos enfatizan que este fenómeno sigue siendo poco común en la naturaleza y aún requiere más estudio. Aunque se ha demostrado que las moscas de la fruta son capaces de este tipo de reproducción alternativa, la teoría de que esto podría ser un último recurso para mantener una especie todavía no ha sido confirmada.