Durante muchos siglos se ha definido al Kratom como una planta ideal para aliviar el dolor mediante la relajación y para controlar los síntomas de abstinencias de opioides. Ésta proviene de Tailandia y de otras regiones del sudoeste de Asia y es un árbol perteneciente a la familia del café.
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Actualmente en los Estados Unidos es legal en 43 estados y es considerada como una alternativa de algunos medicamentos, sin embargo, la agencia estadounidense responsable de la regulación de medicamentos (FDA) alerta que el consumo de kratom expone a los consumidores al riesgo de adicción, de abuso y de dependencia.
Advertencias
El comité de expertos en farmacodependencia de la Organización Mundial de la Salud encontró en el 2021 que no había pruebas suficientes para avanzar hacia una prohibición internacional del kratom, no obstante, se recomendó que se mantenga bajo vigilancia, citando efectos adversos que incluyen alucinaciones, corazón acelerado, dolor abdominal y vómitos, por lo tanto, algunos países han optado por prohibirlo de todos modos.
Algunas investigaciones advierten el potencial de desarrollar una adicción al kratom es menor que en el caso de otros opioides. Se puede usar, incluso, para disminuir la ansiedad y la depresión o para superar la adicción a otras sustancias. El consumo ocasional no debería representar grandes riesgos. No obstante, su consumo, aunque sea escaso, puede ser una gran amenaza a la hora de mezclarlo con otras sustancias, como, por ejemplo, el alcohol, los antidepresivos o benzodiacepinas.
El alivio del dolor es una de las razones principales por las que las personas que lo usan, explicó Marc Swogger, profesor asociado de psiquiatría en el Centro Médico de la Universidad de Rochester en Nueva York, quien publicó un estudio el año pasado que se enfoca en por qué las personas usan kratom.