La industria de la tecnología cerebral ha desatado una carrera entre magnates como Elon Musk, Bill Gates y Jeff Bezos, quienes compiten por la fabricación y comercialización de implantes cerebrales que pueden ayudar a las personas con disfunciones neurológicas.
Esta inversión en la denominada “brain tech” ha experimentado un crecimiento significativo en los últimos años, con un aumento del 600% en las inversiones en el sector desde 2014 hasta 2021, según Deep Knowledge Ventures, una empresa de capital de riesgo.
Como explica Cronista, mientras que Gates y Bezos se han convertido en accionistas de una empresa de neurotecnología llamada Synchron, Musk ha fundado su propia compañía, Neuralink Corp, especializada en el desarrollo de implantes cerebrales.
En 2016, Musk estableció Neuralink Corp con el objetivo de desarrollar un implante cerebral capaz de corregir trastornos neurológicos y proporcionar a las personas habilidades como el control mental de computadoras y avatares virtuales, así como una forma de “telepatía de alta velocidad”.
Los avances de Neuralink
Aunque se esperaba que los estudios clínicos de Neuralink comenzaran este año, la compañía ha enfrentado obstáculos regulatorios y ha sido objeto de controversias. Las críticas más destacadas se refieren a posibles violaciones del bienestar animal, ya que se ha informado que alrededor de 1.500 animales, incluidos monos, murieron durante los experimentos de Neuralink.
Mientras tanto, la empresa biotecnológica Synchron ha logrado implantar con éxito el primer chip cerebral en un ser humano y recientemente ha asegurado una inversión de $75 millones en capital de riesgo, con la participación de inversores como Bezos y Gates.
Synchron se centra en la restauración de funciones perdidas a través de neuroprótesis, permitiendo la recuperación de vías neuronales en pacientes con parálisis severa.
Además de Neuralink y Synchron, existen otras empresas que también están apostando por la tecnología cerebral portátil como una solución médica. Los inversores están atentos a este mercado, ya que se espera que la industria de la neurotecnología casi triplique su tamaño en los próximos 10 años, alcanzando un valor de $38 mil millones.