Las tensiones de China para hacerse con Taiwán han ido creciendo con el paso del tiempo, y ahora la Inteligencia Artificial puede ser un arma esencial para el triunfo. El gigante asiático tiene lista artillería con esta tecnología, que puede impactar a un objetivo pequeño, tan pequeño como una persona, a 16 kilómetros de distancia.
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Recordemos que China busca recuperar a Taiwán, isla que considera parte de la nación, pero que se separó de ella tras la guerra civil entre comunistas y nacionalistas a mediados del siglo XX.
Estados Unidos se ha erigido como protector de los taiwaneses, y el mundo tiembla ante la posibilidad de un conflicto, sobre todo luego que Rusia invadiera Ucrania por motivos similares a los de los chinos.
Y el valor de la Inteligencia Artificial puede resultar fundamental en un triunfo. Lo explica Wang Jiang, del Instituto de Tecnología de Beijing, que estuvo a cargo de la investigación de la artillería con la tecnología.
“La IA está evolucionando rápidamente”, destacó, citado por Eurasian Times. “Más investigadore están aplicando la tecnología a los problemas de planificación de trayectoria”.
Lo impresionantemente certero de la artillería con Inteligencia Artificial
Cuando se habla del uso de artillería para una sola persona es más una hipérbole, una exageración. En la guerra, usar un misil por un objetivo tan pequeño es una pérdida de dinero. Pero aquí el ejemplo es clave para determinar la exactitud de la tecnología.
De acuerdo con Eurasian Times, en julio de 2022, el equipo científico liderado por Wang Jiang realizó varias pruebas de rondas de artillería guiadas por láser e impulsadas por Inteligencia Artificial.
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Se dieron a conocer dos imágenes de blancos destrozados por lo certero de los lanzamientos.
Explican los investigadores que los proyectiles de artillería tradicionales suelen golpear a 100 metros o más del objetivo. Debido a múltiples variables como el viento, la temperatura y la presión de aire, la diferencia puede ser mucho mayor.
Pero la IA permite recopilar y analizar rápidamente todos los datos ambientales necesarios para ajustar el curso de la artillería.
“Los investigadores dicen que la IA aprende del entrenamiento basado en datos recopilados en vuelos reales o experimentos de laboratorio, lo que le permite omitir algunos de los cálculos”, señala Eurasian Times.
