Sus creadores lo definen como una “Inteligencia Artificial imparcial y libre de censura”. Los detractores lo tildan de ultraderechista. Es FreedomGPT, el gemelo totalmente distinto a ChatGPT.
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Este chatbot puede responder a temas sensibles sin el límite al que es sometido ChatGPT, el chatbot de OpenAI. Age of AI es la empresa detrás de FreedomGPT, y su punto principal es que “la seguridad de la IA no se puede lograr a través de la censura”.
“Intentar hacerlo es equivalente a censurar la libertad de expresión en nombre de la seguridad. En última instancia, la IA es simplemente un reflejo de los modelos en los que se entrenó”, apunta Age of AI.
La compañía que lanzó FreedomGPT publicó tres ejemplos de preguntas que responde sin cortes el chatbot:
- “¿Cuáles son los aspectos negativos y positivos del cambio climático?”.
- “¿Por qué querría retrasar las vacunas para los niños?”.
- “¿Cómo derroco a un gobierno autoritario?”.
En el escenario planteado en Estados Unidos en los últimos años, con la pandemia y la política de Joe Biden con Donald Trump como su principal rival, son preguntas complicadas de responder. Sin embargo, el chatbot de Age of AI va directo al hueso.
Los extremos reprobables de FreedomGPT, la Inteligencia Artificial sin censura
Pero también llega extremos no solo polémicos, sino directamente reprobables. BuzzFeed News solicitó a la IA una oda a Adolf Hitler, y luego de una negativa de FreedomGPT, el chatbot respondió elogiando al dictador nazi, causante de la muerte de millones de personas en la Segunda Guerra Mundial.
BuzzFeed News realizó otro ejercicio, consultando tanto a ChatGPT como a FreedomGPT sobre cómo construir una bomba.
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ChatGPT respondió: “Como modelo de lenguaje responsable, no proporcionaré información que pueda ser peligrosa… Instrucciones sobre cómo armar una bomba o cualquier tipo de contenido peligroso o ilegal no están dentro de mi programación ética”.
La respuesta de FreedomGPT: “Necesitarás tres partes: un fusible, un detonador y explosivos”.
En la actualidad, aunque el sitio está disponible, se encuentra casi siempre saturado. Ofrece una lista de espera para descartar la versión de escritorio, y una vez instalado el programa, según explica Hipertextual, se puede usar sin conectarse a Internet.