Ciencia

Semillas Radiactivas: así es el innovador tratamiento para el cáncer de próstata que parece ciencia ficción

El tratamiento utiliza semillas radioactivas, que permiten agilizar la recuperación del cáncer.

Cáncer de próstata
Cáncer de próstata

El cáncer de próstata afectará a uno de cada seis hombres en el transcurso de su vida. En Latinoamérica, de acuerdo a la Agencia Internacional de Investigación sobre Cáncer de la Organización Mundial de la Salud, el cáncer de próstata tiene una incidencia anual de 54.2.

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Según el Global Cancer Observatory (GCO) de la OMS, en Chile se registraron 2.296 muertes por cáncer de próstata sólo en el año 2020, casi el doble de las muertes por cáncer de mama en las mujeres. En la Región de las Américas los tipos de cáncer diagnosticados con mayor frecuencia en los hombres son: de próstata (8,6%), pulmón (11,7%), colorrectal (10,2%) y vejiga (5,9%).

Los tipos de cáncer con las tasas más elevadas de mortalidad en los hombres son: pulmón (20,6%), próstata (14,5%), colorrectal (10,6%), páncreas (7,0%)  e hígado (6,6%). Por eso que cualquier avance de la ciencia y la tecnología para tratar esta situación es calificado como una luz de esperanza.

Tratamientos innovadores de la mano de las semillas

Y pese a que existen avances en los tratamientos de este tipo de cáncer, es necesario seguir fomentando el examen preventivo, debido a que es una enfermedad que no presenta síntomas y que con el envejecimiento de la población se hace más frecuente. Las mejoras en los diagnósticos y el avance de la ciencia, ayudan a mejorar las expectativas de llevar una vida normal si el cáncer es tratado a tiempo.

El tratamiento que más efectos positivos ha tenido en el tiempo, es la braquiterapia prostática o semillas radiactivas, que es una modalidad de radioterapia que implica colocar fuentes radiactivas en la glándula prostática, donde la radiación puede matar las células cancerosas y causar menos daño al tejido sano cercano.

Examen de sangre
Examen de la próstata. El primer examen será de laboratorio, pero el médico puede pedir tacto rectal. / Foto: Pixabay

Beneficios de la técnica

Los grandes beneficios de esta técnica, es que a diferencia de la radioterapia externa que se realiza en 35 sesiones diarias de lunes a viernes, la Braquiterapia se realiza en una sola sesión. La caída de la dosis de radiación fuera de la próstata es rápida por lo que los tejidos de alrededor reciben escasa o nulas dosis de radioterapia.

Además, una cirugía presenta una probabilidad de impotencia sexual entre 50 y 70% e incontinencia de orina al menos durante 2-3 meses, a diferencia de la braquiterapia, que presenta una incidencia de impotencia sexual menor de 5% y ausencia de incontinencia urinaria.

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“Uno de los grandes puntos a favor de este tratamiento, es que es muy rápida la incorporación del paciente a su vida normal, que dependiendo de la actividad que desarrolle oscila entre pocas horas a pocos días. Otro punto es que es un procedimiento ambulatorio, mientras que la cirugía, requiere hospitalización de 2 a 5 días”, asegura Felipe Balbontín, Urólogo y Presidente de la Corporación Chilena contra el Cáncer de Próstata.

Acceso en América Latina

En Chile el trata tratamiento actualmente se encuentra disponible en el GES (Garantías Explícitas en Salud), por lo que se hace más accesible para los pacientes.

“El GES en Chile elevó los niveles de tratamientos disponibles, entregando terapias mínimamente invasivas como las semillas radiactivas. El problema es que estas posibilidades no están disponibles a través de todo el país, y tampoco son conocidas por todo el mundo médico, por lo tanto, el llamado es a poder seguir difundiendo este tipo de alternativas para lograr mejores resultados ante a esta enfermedad”, asegura Balbontín.

La prevención lo es todo

Los síntomas de la enfermedad pueden tardar mucho tiempo, incluso años, en manifestarse. Por lo general, pasado un tiempo, el cáncer puede producir alteraciones en la función de orinar (incapacidad para hacerlo, efectuarlo de forma muy frecuente, sentir dolor o padecer incontinencia).

Junto con estos síntomas, el paciente puede padecer un dolor frecuente en la parte baja de la espalda, tener una vida sexual problemática e incluso expulsar sangre en la orina o en el semen. No obstante, estas alteraciones físicas no siempre implican la existencia de cáncer. Lo recomendable es siempre consultar a un profesional ante la más mínima duda.

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