Artículos tan simples y comunes como los espejos son parte de la cotidianidad de nuestras vidas. A pesar de que todos los conocen, pocos saben como se fabrican. Se trata de un proceso científico que requiere de una reacción química. Es una ciencia sencilla, pero vista en un video resulta espectacular.
Los usamos en las mañanas mientras nos alistamos para ir a trabajar, a la universidad o a la escuela. Están presentes en los carros con la función de asistirte como retrovisores. Y hasta se encuentran en grandes edificaciones que sirven de adorno para majestuosas obras de ingeniería.
Es decir, los espejos van desde lo más mínimo hasta lo macro. Su proceso de fabricación, cuando se completa, parece un acto de magia. Entonces, te explicamos lo que se necesita para hacer uno, ojo, sin alentarte a que lo intentes en casa.
Lo primero que hacen los expertos es preparar una reacción química de nitrato de plata con amoníaco puro con óxido de terio y estaño. Esto genera un líquido marrón que sirve como catalizador que combinan con agua desionizada (sin minerales).
El resultado se vierte en una superficie lisa de vidrio y así nace el famoso espejo. El estaño o cobre es fundamental para evitar que más adelante se oxide el artículo. Recuerden que al estar combinando líquido con metales esta es una posibilidad.
