Solo quedan décadas para conocer el fin de la civilización como la conocemos. La Tierra estará bien, pero los humanos… no. Paul Ehrlich y Tony Barnosky, investigadores de la Universidad de Stanford, hablaron sobre la preocupante situación en el programa 60 Minutes.
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Tanto Ehrlich como Barnosky son biólogos que pertenecen a la Universidad de Stanford, y cuando emiten una predicción tan radical es porque tienen las pruebas. Ehrlich, de 90 años, ha estudiado los cambios en nuestro planeta desde la década de los 60.
Para ambos investigadores, la Tierra está experimentando el peor episodio de extinción masiva que se ha visto desde la de los dinosaurios, todo causado por la contaminación y su influencia en el cambio climático.
“Diría que es demasiado decir que estamos matando al planeta, porque el planeta va a estar bien. Lo que estamos matando es nuestra forma de vida”, apuntó Barnosky.
“Hay cinco momentos en la historia de la Tierra en los que tuvimos extinciones masivas”, explica Barnosky. “Y por extinciones masivas me refiero a al menos el 75%, tres cuartas partes de las especies conocidas desapareciendo de la faz de la Tierra. Ahora estamos presenciando lo que mucha gente llama la sexta extinción masiva donde lo mismo podría suceder bajo nuestro reloj”.
El fin de la civilización como la conocemos, un destino que parece inevitable
Pero no es solo la contaminación, como aceleradora del cambio climático, la que está afectando nuestra civilización, sino también el consumo de recursos.
“El fin de la civilización como la conocemos se reducirá a que demasiadas personas consuman demasiado. Como tal, la humanidad no es sostenible”, señala Ehrlich.
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Cada día que pasa son menos los recursos que quedan para la humanidad, y si bien no será la próxima década o la siguiente, sí se notará cada día más los cambios que lleven al fin de la civilización.
La presión de la sociedad que está consciente de lo que ocurre debe ser mayor, pero parece difícil que se frene a tiempo. En palabras de Ehrlich y Barnosky, hemos llegado a un punto de “ahora o nunca” para tomar medidas.
Desaparecen especies, se reduce la cantidad de recursos y, aunque la tasa de natalidad vaya descendiendo, el consumo continúa en aumento, porque esa es la civilización en la que vivimos. De allí a que las agencias aeroespaciales continúen explorando en otros planetas: para saber si este tipo de recursos podemos encontrarlos más allá de la Tierra.