Los restos de personas que se encuentran en los reservorios de fósiles, en diferentes partes del mundo, necesitan de un análisis para conocer si se trata de un Homo Sapiens o de seres que habitaron la Tierra antes que nosotros, como los Neandertales.
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La estructura ósea llamada la quijada de Banyoles, encontrada en 1887, había sido analizada hasta el punto de que los científicos aseguraban que había pertenecido a los Neandertales. Sin embargo, un nuevo estudio, que se basa en un escaneo con tecnología 3D reveló que esta pieza perteneció al humano moderno.
La quijada de Banyoles tiene data de hace 66 mil años. Entonces, de confirmarse que se trata de una parte de un Homo Sapiens, estaríamos en presencia de los restos más antiguos del humano moderno jamás encontrados.
La mandíbula está casi completa en toda su base. En el caso de los dientes no, la mayoría están rotos en más de la mitad de su estructura. No obstante, esto no sería una barrera para las conclusiones que sacó el equipo científico citado por el portar de National Geographic.
El análisis 3D sobre los restos del humano más antiguo
“La mandíbula se ha estudiado a lo largo del siglo pasado y durante mucho tiempo se consideró que era un neandertal en función de su edad y ubicación. Y del hecho de que carece de una de las características de diagnóstico del homo sapiens: una barbilla”, explica paleoantropólogo Brian Keeling, uno de los líderes de la investigación.
Pero el análisis 3D comparó datos de los neandertales y los humanos, por lo que sus resultados dieron similitudes más cercanas hacia el humano moderno.
Debido a que el Homo Sapiens y el Neandertal compartieron la Tierra en una transición, los científicos no descartan que esta mandíbula podría pertenecer a una especie de híbrido entre ambos.