Existe una Inteligencia Artificial para cada situación de la vida, dependiendo de dónde se quiera resolver determinado problema. Así, el aprendizaje automático para las máquinas puede ayudar, incluso, en el desarrollo de fármacos. Pero, ¿qué pasa si en lugar de buscar medicamentos útiles termina hallando potenciales armas químicas?
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Esto le ocurrió a un grupo de investigadores en Estados Unidos, liderados por Fabio Urbina, que publicó los resultados en la revista Nature Machine Intelligence.
La Inteligencia Artificial de desarrollo de fármacos tardó menos de seis horas en crear 40 mil moléculas potencialmente letales. Claro, solo halló las fórmulas, la predicción en sí, no las lanzó inmediatamente. Pero es parte de la preocupación de lo que pueda suceder si este tipo de situaciones son generadas por agentes que busquen desestabilizar.
Así “produjo” una Inteligencia Artificial 40 mil armas químicas en menos de 6 horas
Los científicos, según explican en su publicación, solo modificaron la metodología de trabajo para buscar, en lugar de eliminar, la mayor toxicidad.
Inmediatamente, la Inteligencia Artificial creó decenas de miles de nuevas sustancias, muchas de las cuales son similares al VX, el agente nervioso más potente jamás desarrollado, según explica The Verge.
El portal conversó con Urbina, que es director asociado en Collaborations Pharmaceuticals, Inc, con sedes en Raleigh-Durham-Chapel Hill. Esta compañía se enfoca en hallar tratamientos farmacológicos para enfermedades raras, basándose en nuevos modelos de aprendizaje automático.
“Fue muy fácil darse cuenta de que, a medida que construimos estos modelos de aprendizaje automático para mejorar cada vez más en la predicción de la toxicidad para evitar la toxicidad, todo lo que tenemos que hacer es girar el interruptor y decir, ‘Sabes, en lugar de alejarnos de la toxicidad, ¿qué pasa si vamos hacia la toxicidad?”, explicó el investigador.
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Los científicos se centraron en VX, un inhibidor de lo que se conoce como acetilcolinesterasa, esencial para que las neuronas envíen señales a los músculos para moverse. “La forma en la que VX es letal es que en realidad evita que su diafragma, los músculos de sus pulmones, puedan moverse, por lo que sus pulmones se paralizan”, contó Urbina.
Es lo que se busca evitar, señala el científico.
“En nuestro estudio lo que hicimos fue invertir eso, obviamente, y usamos el modelo de aprendizaje automático para tratar de predecir la toxicidad”.
No obstante, solo para probar aplicando nuevos modelos generativos, en lugar de darle una “puntuación baja” a las moléculas tóxicas, se les dio una “puntuación alta”. Allí se produjeron todas las moléculas, las potenciales armas químicas, muchas de las cuales se parecen a VX y a otros agentes de guerra química.
El resultado de la predicción de la Inteligencia Artificial
“Al principio se predijo que muchos de los compuestos generados serían en realidad más tóxicos que VX”, indica Urbina. “Y la razón por la que es sorprendente es porque VX es, básicamente, uno de los compuestos más potentes que se conocen”.
“Son predicciones que no hemos verificado, y ciertamente no queremos verificar nosotros mismos. Pero los modelos predictivos son generalmente bastante buenos”.
Otro motivo para permanecer alertas frente al uso de la Inteligencia Artificial, esta vez en el área de la farmacología.