La Inteligencia Artificial forma parte de las inquietudes más agudas de la humanidad en la actualidad, un campo en pleno desarrollo. Consiste en que una máquina pueda imitar el aprendizaje, el razonamiento, la percepción, la resolución de problemas y el uso de lenguaje de un ser humano.
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Es decir, que la computadora esté programada para “pensar”, para elaborar formas propias de resolución de problemas.
No obstante, para que una máquina pueda desarrollar este tipo de soluciones, debe ser programada para el aprendizaje automático y el aprendizaje profundo.
Explica Alina Bradford en un artículo para Reader’s Digest que con el aprendizaje automático y el aprendizaje profundo, una computadora puede tomar lo que ha aprendido y desarrollarlo con poca o ninguna intervención humana.
¿Cuál es la diferencia entre estos dos tipos de aprendizaje?
El aprendizaje automático permite que una computadora se adapte a nuevas situaciones sin intervención humana. Su ejemplo principal es cuando Siri recuerda la preferencia musical del usuario, utilizándola para sugerir música nueva.
El aprendizaje profundo es un subconjunto del automático, inspirado en la estructura del cerebro humano: se basa en el uso de datos que ya conoce. Un ejemplo es cuando una computadora ayuda a un trabajador a descifrar y comprender la escritura a mano gracias a una variedad de patrones de escritura, comparándolos con datos de cómo deberían verse las letras.
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La Inteligencia Artificial, ¿puede ser más inteligente que un ser humano?
De allí vamos a nuestra pregunta, ¿puede ser una Inteligencia Artificial más inteligente que un humano?
No.
Ni siquiera está a la par.
De acuerdo con el doctor Lance Eliot, experto en Inteligencia Artificial y aprendizaje automático, la IA actual no puede “pensar” de ninguna manera a la par del pensamiento humano.
“Cuando interactúa con Alexa o Siri”, indica Eliot, “las capacidades conversacionales pueden parecer similares a las capacidades humanas, pero la realidad es que es computacional y carece de cognición humana”.
El profesor Eliot señala que la etapa actual de la IA ha hecho un uso extensivo del aprendizaje automático y el aprendizaje profundo, que aprovechan la coincidencia de patrones computacionales.
“Esto ha llevado a sistemas de IA que tienen la apariencia (subrayamos esto) de inclinaciones similares a las humanas. Mientras tanto, no hay ninguna IA hoy en día que tenga una apariencia de sentido común y tampoco tenga el asombro cognitivo del pensamiento humano robusto”.
La Inteligencia Artificial tampoco puede desarrollar sentimientos
Así como no hay una Inteligencia Artificial más inteligente que el humano (o, sencillamente, no hay una IA “inteligente”), tampoco son capaces de desarrollar sentimientos.
Un ingeniero de Google, Blake Lemoine, se hizo famoso recientemente por decir que el Language Model for Dialogue Applications (LaMDA), que aprende de bases de datos de idioma y funciona con aprendizaje automático, puede expresar sentimientos.
Esto no solo fue desmentido por Google, sino por varios expertos de otras empresas e instituciones.
“Es ridículo”, dijo Yejin Choi, profesora de Ciencias de la Computación de la Universidad de Washington, en conversación con Geekwire. “Algunos usuarios pueden tener sentimientos diferentes acerca de lo que hay dentro de un programa de computadora. Pero no estoy de acuerdo con que los seres digitales en realidad puedan ser sensibles”.
“Programamos bots para que parezcan sensibles. Pero no es, por sí solo, demostrar este tipo de capacidad en la forma en que crecen los bebés humanos para demostrarlo. Estas son creaciones digitales programadas y diseñadas”.