Las guerras traen muerte, hambre y destrucción, entre otros elementos caóticos, pero también generan el uso de nuevas tecnologías de las que se beneficia el futuro. Uno de estos casos es el de la Segunda Guerra Mundial: aún en la actualidad, muchos inventos generados entre 1939 y 1945 son utilizados.
Y abarcan no solo las grandes situaciones, los hechos de vida o muerte, sino también otros del día a día, mínimos, pequeños, pero importantes.
Hagamos un repaso por 10 inventos que nacieron durante la Segunda Guerra Mundial y seguimos utilizando en el presente.
Cabinas presurizadas
El sistema de presión en cabinas se creó para el B-29 Superfortress, en 1944. Las secciones de la cabina y la nariz eran unidas a la popa con un largo túnel presurizado. Antes de su existencia, los tripulantes de los aviones sufrían de hipoxia, mal de altura y enfermedades por descompresión.
Las Jerrycan (contenedores de plástico para combustibles)
De origen alemán (los aliados llamaban Jerry a cualquier alemán), estos contenedores de combustible fueron mejorados por los estadounidenses usando la ingeniería inversa. Gracias a los norteamericanos, se usó un plástico más grueso, sumándole asas (cuenta con tres) para ser llevados por más personas y un mecanismo de liberación para un vertido suave y preciso del contenido.
Penicilina
El científico escocés Alexander Fleming la descubrió en 1928, pero Estados Unidos la produjo en masa durante la Segunda Guerra Mundial, ayudando a salvar a varios heridos con el tratamiento médico. El fármaco redujo el dolor, aumentó las posibilidades de supervivencia y facilitó la labor de enfermeras y médicos. Solo para el Desembarco de Normandía, Estados Unidos produjo 2.3 millones de dosis. Tras la guerra, los civiles también tuvieron acceso al medicamento.
Motores a reacción
Aunque el ingeniero inglés de la Royal Air Force, Frank Whittle, presentó la primera patente para el motor a reacción en 1930, los alemanes fueron los primeros en volar un avión a reacción, días antes de la invasión de Polonia en 1939. Para 1941, los aliados los implementaron, aumentando su velocidad, pero con dificultades de manejo y uso de combustible. Después de la guerra se mejoraron enormemente.
Computadoras electrónicas
Estados Unidos comenzó a desarrollar máquinas para hacer cálculos de trayectorias balísticas, dejando a un lado a los programadores que trabajaban a mano, para apelar a las máquinas. La IBM ayudó mucho a la industria norteamericana, y la teniente Grace Hopper, luego contralmirante, programó la máquina Mark I en Harvard para desarrollar el primer lenguaje computacional.
Radares
Inglaterra creó el primer sistema de radar práctico en 1935, y para 1939 construyó una red de estaciones de radar en sus costas sur y este. Ayudaron a detectar barcos y aviones enemigos, disminuyendo la efectividad de los aviones alemanes durante sus bombardeos, ayudando a los cazas británicos a derrotarlos. Tras la guerra se amplió su uso al mundo civil y a la prevención contra huracanes.
El superpegamento
Utilizando el cianoacrilato, que probó sin resultados positivos para crear lentes transparentes para las miras de las armas, el doctor Harry Coover se dio cuenta de las propiedades adhesivas del químico. Así nació el superpegamento, que luego llegaría en forma de aerosol.
Transfusión de plasma sanguíneo
El cirujano estadounidense Charles Drew estandarizó la producción de plasma sanguíneo para uso médico, con el fin de administrarlo a cualquier persona, sin diferencia del tipo de sangre. Varias vidas se salvaron gracias a su creación. El plasma es el componente líquido de la sangre donde se encuentran los glóbulos rojos, los leucocitos y las plaquetas, formado por agua y sales minerales.
Caucho sintético
Elemental para las bandas de rodadura de vehículos y maquinaria, además de calzado, ropa y equipamiento de soldados. Cuando los japoneses se quedaron con los árboles de caucho en Asia en 1942, los científicos norteamericanos estudiaron alternativas sintéticas. Para 1944, las plantas del país produjeron unas 800 mil toneladas.
Horno microondas
Se basó en la tecnología del radar. Cuenta la leyenda que Percy Spencer, uno de los ingenieros creadores del radar, probaba una máquina cuando el chocolate que tenía en el bolsillo se derritió. Luego experimentó con otros alimentos y con longitudes de onda más cortas, naciendo así el horno microondas. Su uso se popularizó en los hogares para la década de los 70.
Bonus: Cinta adhesiva
Vesta Stoudt, una trabajadora de una fábrica de municiones de Illinois, creó la cinta adhesiva. El Ejército de Estados Unidos sellaba sus estuches con cinta de papel permeable, así que Stoudt utilizaba plástico pegajoso y duradero.