Con respecto a la vacunación de los más chicos, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha notificado en los últimos días que varios países y laboratorios han confirmado la creación de millones de dosis para atender a uno de los sectores que quedaban pendientes.
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En los Estados Unidos, La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA por sus siglas en inglés) y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) aprobaron la seguridad y eficacia de vacunas pediátricas contra el Coronavirus, específicas para todos los menores de cinco años.
Aprobación y advertencia
A pesar de la buena noticia, ambos entes norteamericanos de salud advirtieron sobre la necesidad de estar totalmente atentos ante los posibles efectos secundarios, que según ellos, pueden ser mucho más fuertes de con respecto a cómo impactó en los adolescentes y adultos.
Desde Moderna y Pfizer notificiaron que los efectos adversos en los menores son, por lo general, “leves y de corta duración”, y revelaron que los más frecuentes son: hinchazón, dolor y enrojecimiento en la zona de aplicación de la vacuna; fatiga/cansancio; somnolencia; irritabilidad; pérdida del apetito; dolor de cabeza; dolor o malestar abdominal; y, en los casos más graves, ganglios linfáticos inflamados, diarrea leve y vómitos. No obstante, los expertos aclararon que los síntomas desaparecen rápidamente.
Grant Paulsen, investigador principal de las vacunas contra el COVID-19 de Pfizer y Moderna para niños de 6 meses a 11 años en el hospital Cincinnati Children’s, declaró para le CNN que “en general, creo que los efectos secundarios más comunes de cualquiera de las vacunas anticovid siguen siendo los que vemos en prácticamente cualquier niño que recibe cualquier vacuna. Esos son todos los efectos secundarios que yo clasificaría como bastante comunes de acuerdo con lo que la mayoría de los padres que ha llevado a sus hijos al médico para recibir sus diversas vacunas contra la hepatitis y el tétano ha expresado”.
Efectos secundarios
Los efectos secundarios que se han visto en menores de 5 años son muy similares a los reportados en niños mayores o adultos. Investigadores aseveraron que alrededor de 24 horas después de la inoculación contra el SARS-CoV-2, algunos niños se sintieron cansados o no tuvieron el mismo apetito. A pesar de los efectos, se informó que afortunadamente no ha habido ningún efecto secundario grave con estas vacunas.
