Tal vez pocos los recuerdan, pero corría el mes de agosto de 2011 cuando la Agencia Espacial Europea (ESA) y Roscosmos, la Agencia Espacial de Rusia anunciaron su intención de trabajar en equipo para lanzar una misión espacial a Marte.
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En aquel entonces el mundo era otro, y aunque parecía lleno de complicaciones no se comparaban en absoluto con lo que vendría una década después.
El estallido del conflicto armado entre el país que dirige Vladimir Putin y Ucrania ha traído consecuencia nunca antes vistas en un pleito que ha traído repercusiones de todo tipo para los involucrados.
Y esto incluye a cualquier proyecto de exploración espacial en equipo.
La Agencia Espacial Europea corta lazos con Rusia
Por fin se ha confirmado todo de manera oficial mediante una declaración. La misión conjunta a Marte entre la Agencia Espacial Europea (ESA) y la agencia espacial rusa Roscosmos, mejor conocida como Misión ExoMars, ha sido suspendida.
Todo debido a la invasión rusa de Ucrania, lo que pone fin, por ahora, a los importantes primeros pasos que se habían dado en 2016 con el lanzamiento de un orbitador y el desarrollo de un vehículo de exploración rover que en teoría sería completado este mismo año:
“Como organización intergubernamental con el mandato de desarrollar e implementar programas espaciales respetando plenamente los valores europeos, deploramos profundamente las víctimas humanas y las trágicas consecuencias de la agresión contra Ucrania.
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Si bien se reconoce el necesario impacto en la exploración científica del espacio, la ESA está totalmente alineada con las sanciones impuestas a Rusia por sus Estados miembros.”
Es lo que indica la Agencia Europea en su comunicado que corta formalmente con todo lazo para ir juntos a Marte, por ahora.
La máxima ironía (o tristeza, según se vea) es que el róver de la misión ExoMars en realidad originalmente estaba programado para ser lanzado en el 2020, cuando las cosas entre ambas entidades todavía eran cordiales.
Pero las consecuencias de la pandemia global de Coronavirus Covid-19 y la desalineación de los planetas por la naturaleza de sus órbitas obligaron a retrasar su lanzamiento en órbita hasta este 2022.
El rover de la ESA iba a ser llevado a la superficie marciana por el módulo de aterrizaje Kazachok, construido por Roscosmos. Y ahora es incierto por completo qué sucederá con el vehículo y todo el proyecto de la misión.
En todo caso el siguiente lanzamiento no sería posible hasta tal vez el 2026. Quién sabe cómo sigan las relaciones entre ambos para entonces. O qué habrá sucedido para ese momento con el planeta.