El monitoreo de volcanes ayuda a prepararse a la humanidad, no solo por las personas que viven cerca de ellos, sino todos los que de alguna u otra forma se encuentran a cientos, miles de kilómetros de distancia.
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La NASA fortalecerá el uso de drones para monitorear los volcanes. En 2013 tuvieron las primeras pruebas, con pequeños drones de ala fija sobre el Turrialba (Costa Rica). Para 2021 le tocó al Makushin, en las Islas Aleutianas de Alaska.
Un volcán en erupción no solo afecta la vida de los habitantes de los lugares aledaños, puesto que, como recuerda la agencia, interrumpen la aviación por las cenizas, junto con la cadena de suministro global. Las vidas y las economías dependen de ellos.
La agencia aeroespacial trabajó con Black Swift Tecnologies de Boulder, Colorado, para crear el UAS (Sistema de Aeronaves no Tripuladas, en inglés) S2, probado sobre el volcán Makushin.
Florian Schwandner, director de la división de Ciencias de la Tierra en el Centro de Investigación Ames, de la NASA, habló sobre los avances.
“Necesitábamos que el dron fuera realmente resistente, que resistiera volar en condiciones turbulentas y gases corrosivos alrededor de los volcanes”, destacó Schwandner en un comunicado de la NASA. “También desarrollamos una carga útil de detección de gas que el UAS podría llevar para buscar signos de disturbios volcánicos”.
El trabajo de los drones de la NASA sobre el volcán Makushin
El equipo voló en cuatro misiones al volcán Makushin, con sistemas autónomos y plan de vuelo programado para llegar a la cima.
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Allí, el dron capturó imágenes térmicas y de luz visible de alta resolución, que fueron utilizados para detectar cambios en las características físicas para determinar la actividad bajo tierra.
De acuerdo con la agencia, los vuelos también demostraron la capacidad de los sensores a bordo de la aeronave para detectar gases, que también indicarían cambios en las profundidades del volcán.
Jonathan Stock, director del Centro Nacional de Innovación del Servicio Geológico de Estados Unidos, subrayó los beneficios del fortalecimiento del programa.
“Trabajando con la NASA y Black Swift, nuestros científicos creen que podemos usar UAS para ayudar a las autoridades a advertir a las comunidades sobre el inicio de erupciones volcánicas peligrosas y muchos otros peligros que ahora nos toman por sorpresa”, expresó Stock.
“Con esta herramienta, podríamos monitorear rutinariamente incluso volcanes remotos en busca de actividad y responder a eventos de erupción, un cambio de juego para la seguridad tanto de nuestros científicos como de las comunidades alrededor de estos peligros geológicos”.