La variante Ómicron ha disparado los casos del COVID-19 en todo el mundo, generando mucha preocupación sobre la evolución de la enfermedad. ¿Qué tan efectivas son las mascarillas para frenarla?
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Esta variante, denominada científicamente como B.1.1.529, se está propagando con mayor facilidad que el virus original del SARS-CoV-2: el Grupo Consultivo Técnico sobre la Evolución del Virus la clasificó como “variante preocupante”.
La clave es que presenta varias mutaciones que afectarían a las características del virus. Hasta los momentos, no se ha observado una mayor gravedad respecto a la cepa original, pero sí una mayor capacidad para difundirse.
Las sugerencias sobre las mascarillas y el Ómicron
¿Qué dicen los expertos sobre cómo manejar la variante Ómicron, en especial con el tema de los tapabocas o barbijos?
En esencia son los mismos consejos que con las anteriores: las mascarillas ofrecen protección contra todas las variantes, incluyendo la preocupante Ómicron.
Instituciones como la Organización Mundial de la Salud y los Centros para el Control de Enfermedades de Estados Unidos reiteran la necesidad del uso de tapabocas, sobre todo en espacios cerrados.
No importa si son de tela o desechables, lo que es necesario es:
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- Tener un buen ajuste en la nariz y la boca para evitar fugas.
- Contar, en el caso de las de tela, con múltiples capas de tela respirable y trama cerrada, y en el caso de todas, tener una varilla nasal.
- No dejar espacios a los lados de la cara o la nariz y no utilizar material húmedo o sucio.
Los CDC aprueban, además, otros tipos de mascarillas de respiración de primer nivel, como las de estándar internacional KN95, DL2, R95 y KN100, las más resaltantes.
Existen varias aristas sobre el uso de las mascarillas. Los CDC, por ejemplo, no recomiendan en la actualidad el uso de dos al mismo tiempo. En España es obligatorio el uso en el exterior, pese a que los CDC indican que la importancia radica en tenerlas bien puestas en salones cerrados. Países como Austria, Francia y Alemania sugieren mascarillas de grado médico, como las quirúrgicas o las N95.
Lo importante, lo trascendental: tenerlas bien puestas.
Más recomendaciones de los organismos respecto a la variante Ómicron del COVID-19
Además se reitera, más allá del uso de las mascarillas para cualquier tipo de variante, las medidas tradicionales para prevenir los contagios:
- Mantenerse a una distancia de, al menos, un metro de las demás personas.
- Abrir las ventanas para ventilar las estancias.
- Evitar los lugares abarrotados o poco ventilados.
- Mantener limpias las manos.
- Toser y estornudar en la flexura del codo o en un pañuelo desechable.
- Y, por sobre todas las cosas (o junto con todas ellas, pero esencial), vacunarse con todas las indicaciones de los gobiernos, no solo con dos dosis para las vacunas establecidas, sino con los refuerzos.
Por lo tanto, los tapabocas por sí solos no protegen.
“No se trata de un remedio mágico, sino de un efecto combinado”, señala Carlos del Río, epidemiólogo y especialista en enfermedades infecciosas de la Universidad de Emory (Atlanta) en una entrevista con National Geographic. “Si estás vacunado y con refuerzo, y llevas una mascarilla bien ajustada, puedes pasar mucho tiempo con alguien”.