El paso del tiempo, la reducción de los contagios y las vacunas nos hicieron pensar que la pandemia que generó el covid-19 ya era tema superado. Y aunque sí se ha avanzado mucho terreno, la aparición de nuevas variantes hace que las autoridades trabajen en reforzar los protocolos para evitar una nueva ola de infectados y muertos por coronavirus.
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Por tal motivo, de nuevo es necesario recordar que es fundamental mantener el aseo de las manos intactos con lavado con jabón y uso de alcohol en gel. También es imprescindible respetar el distanciamiento social y además, contar con un esquema completo de vacunación, hasta la tercera dosis en muchos países del mundo.
Todo esto tiene que estar acompañado del uso de las mascarillas o tapabocas, dependiendo de como le llamen en tu país. Los cierto es que mantener cubiertas la boca y nariz, siguen siendo el método más efectivo para frenar la pandemia. Y que el uso de los cubrebocas no sea cualquier pedazo de tela en el rostro.
Mundialmente hay un tipo de mascarilla que, por su efectividad demostró ser la mejor para frenar una ola de contagios. Se trata de los tapabocas KN95. Según lo detalla un estudio realizado por científicos, estos cubrebocas “filtran hasta un 99,9% de las partículas de aire, a diferencia de las mascarillas quirúrgicas, comúnmente usadas, que registran un 90% de protección de partículas de aire”.
Entonces adquirir las KN95 son la mejor opción para mantener la lucha contra este virus que nos cambió la rutina de vida desde el primer trimestre del 2022.
KN95: una mascarilla reconocida a nivel mundial
Las KN95 son mascarillas que por su efectivad se ganaron el reconocimiento de países que mantienen una férrea lucha contra la pandemia. Por ejemplo, en Alemania es obligatorio el uso de estos tapabocas en específico, si vas a estar en lugares públicos como restaurantes, centros comerciales, calles, avenidas, recitales o encuentros deportivos.
No aceptan las quirúrgicas comunes. Obligatoriamente tienen que ser las KN95 como las que aparecen en las imágenes que compartimos en esta reseña.
Otro ejemplo de su efectividad, es la afirmación del Dr. Abraar Karan, médico de medicina interna del Hospital Brigham and Women’s y de la Escuela de Medicina de Harvard, en una entrevista de CNN. Al experto le preguntaron “¿Qué pasaría si todos los estadounidenses usaran una máscara tipo N95 durante cuatro semanas en entornos de riesgo como estar en interiores?”, a lo que sin muchos rodeos respondió: “detendría la pandemia”.
Estos son ejemplos que se deben copiar en América Latina y Chile es pionero en este sentido. A través de la empresa BioDefender, hasta ahora los únicos fabricantes de las KN95 en territorio austral, se están distribuyendo más de un millón de este tipo de mascarillas.
En primer lugar, focalizan puntos prioritarios como centros de salud y otros lugares públicos, como restaurantes o tiendas. La empresa chilena cumple con distintas certificaciones internacionales, como el laboratorio SGS, que acredita que sus mascarillas están fabricadas bajo altos estándares de calidad en higiene y seguridad.
“Es un producto que antes se usaba muy poco, pero con el tiempo se han dado cuenta que es mejor que una mascarilla 3 pliegues, incluso en el mediano plazo es más económico, ya que su uso recomendado es de 48 horas continuas, versus 3 horas de las de 3 pliegues”, dijo Sergio Andreu Cooper, Gerente General de Equipos Médicos del Pacífico SpA.
BioDefender planea operar con nuevas maquinarias, que le permitirán fabricar más y, por ende, alcanzar una mayor distribución que ascenderá a más de 3 millones de mascarillas KN95 al mes, pudiendo cubrir a un mayor número de personas en Chile, que evitan así, importar este producto.