Las vitaminas y minerales son micronutrientes, es decir que nuestro organismo en realidad solo necesita pequeñas cantidades, apenas gramos o microgramos.
Esto a diferencia de los macronutrientes como las proteínas, carbohidratos y lípidos, de los cuales necesitamos ingerir diariamente en cantidades de gramos, para que nuestro cuerpo funcione correctamente.
En general como necesitamos una pequeña cantidad de vitaminas, con una alimentación que incluya frutas y verduras, tenemos cubiertas esas necesidades.
Pero incluso aunque necesitemos vitaminas en tan pequeñas cantidades, si no somos completamente cuidadosos con nuestro estilo de vida, nuestro cuerpo puede tener deficiencia de vitaminas. O incluso podríamos tener alguna condición que nos pase inadvertida, que haga que no absorbamos correctamente estos micronutrientes.
Así que aquí te presentamos una lista de 4 deficiencias que son muy comunes para que las tomes en cuenta.
Hierro
La prevalencia varía por grupos de edad o por sexo: los niños en edad preescolar la presentan con más frecuencia y también las mujeres en edad reproductiva, en este caso por la menstruación.
Y es que el hierro es el componente central de la hemoglobina: así que si perdemos sangre perdemos hierro y entonces tenemos la condición llamada anemia.
La mejor forma de evitarlo es consumir alimentos que contengan hierro: carnes rojas, mariscos, vegetales de hoja verde, frijoles.
Pero aunque existen suplementos vitamínicos de hierro no es recomendable tomarlos sin indicación médica: un exceso de este micronutriente también puede ser dañino.
Vitamina D
A diferencia de lo que pasa con otros micronutrientes, nuestro cuerpo sí tiene un mecanismo para producir vitamina D: lo hace a través del colesterol, con la acción de la luz solar en nuestra piel.
Pero esto quiere decir que si no tomamos el sol, no favorecemos ese proceso bioquímico, por lo que podemos tener una deficiencia de vitamina D.
Así que es común que las personas que viven en climas fríos y con inviernos largos, o quienes no salen de casa, tengan esta deficiencia, que a la larga puede ocasionar problemas en el sistema inmune.
Para tener suficiente vitamina D disponible en nuestro cuerpo, podemos comer alimentos que la contengan, como los pescados grasos, y también siempre que podamos tomar baños de sol.
Yodo
El yodo es un mineral indispensable para el funcionamiento de la tiroides, una glándula participa en la regulación del metabolismo.
Así que una deficiencia de yodo puede ocasionar muchos problemas de salud, entre ellos bocio, que causa un agrandamiento de la tiroides. Además si hay deficiencia de yodo durante el crecimiento, puede afectar su desarrollo.
Como también es una deficiencia muy común en el mundo, en muchos países se añade yodo a la sal de mesa, como una estrategia para evitar estos problemas de salud. Algunos alimentos que contienen yodo son: la leche, pescados y huevos.
Vitamina B12
La vitamina B12 es indispensable para la formación de varios tejidos, incluida la sangre, y para el funcionamiento adecuado del sistema nervioso.
Su deficiencia es bastante común, pues podemos tener una alimentación que no provea suficiente vitamina B12, como pasa con algunas dietas vegetarianas.
Pero por otro lado, su proceso de absorción no es tan directo e involucra la presencia de otros compuestos. Así que aunque nos alimentemos bien podemos tener deficiencias. Esto sumado a que al envejecer va disminuyendo nuestra capacidad de absorción de vitamina B12.
La deficiencia de vitamina B12 puede causar ciertos tipos de anemia y también puede afectar nuestras funciones cognitivas. Así que para evitarlo podemos comer alimentos como carnes rojas, huevos, mariscos y productos lácteos. O tomar suplementos que la contengan.
