Lo que empezó como una simple fiebre resultó ser una sepsis. Una infección sanguínea mortal que pudo terminar con su vida. Kath Treguenna, una profesora de 47 años, perdió sus extremidades por la infección, pero su vida retomó su rumbo con unos brazos robóticos. Es la maestra biónica.
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En 2019, Kath llamó a emergencias del Servicio Nacional de Salud (NHS por sus siglas en inglés) del Reino Unido, describiendo síntomas de sepsis. Una ambulancia la buscó, y al llegar al hospital, sufrió entre siete y 11 paros cardíacos, informa el Daily Mail en su página web.
En un intento por prevenir la propagación de la sepsis, los médicos luego le amputaron ambas piernas por debajo de la rodilla y ambos brazos por debajo del codo.
La madre de dos había estado enseñando a alumnos de primaria en el International School of London, en el oeste de la capital, cuando desarrolló la infección a finales de 2019.
Su regreso se dio gracias a Open Bionics
A pesar del dramático desenlace clínico, retomó su vida gracias a prótesis en sus piernas y unos brazos robóticos. Le habían recetado ganchos protésicos para el brazo, pero luego recaudó suficiente dinero para sus Hero Arms de la compañía de tecnología británica Open Bionics.
Los Hero Arms se crearon mediante impresión 3D y escáneres. Utilizan sensores mioeléctricos que detectan los movimientos musculares de la extremidad y los convierten en movimientos de la mano.
“Mientras atravesaba mi recuperación, realmente sabía en mi corazón que quería volver al salón de clases y volver a la enseñanza. Siempre tuve el sueño de poder volver a la docencia y sabía que no podía hacer eso con los pesados ganchos”, dijo al respecto la señora Treguenna, quien también tiene dos piernas protésicas.
Ahora, de regreso en el salón de clases a tiempo parcial, se ha sorprendido con la respuesta de los niños. “Todo gracias a las armas puedo volver a enseñar. Desde escribir en la junta escolar hasta llevar libros, los niños están obsesionados con Hero Arms y siempre me piden que les muestre cómo funcionan”, contó.
La determinación de la maestra
Al discutir su diagnóstico inicial de sepsis, la maestra expresó que captó lo que pensó que era una enfermedad común, pero no se dio cuenta de que sus síntomas eran potencialmente fatales.
“Le debo la vida al operador de 111 que notó algunos de los síntomas de la sepsis y llamó a una ambulancia”, destacó la maestra, que emocionada dijo que salir con sus brazos robóticos la hace sentir muy segura. Y nada más importante que eso, especialmente por la variedad de tareas que debe cumplir en la escuela.
Samantha Payne, cofundadora de Open Bionics, habló del caso de la maestra biónica: “Kath es increíble. Todo nuestro equipo está asombrado por su determinación de volver a hacer lo que más le gusta: enseñar”.
“Verla usar sus dos Hero Arms para las cosas cotidianas realmente pone en perspectiva lo importante que puede ser la tecnología biónica cuando se trata de brindar a las personas que se recuperan de cirugías que cambian la vida un nivel de independencia para lograr sus objetivos”.